El Congreso del Partido Popular llegó, y pasó. Sin pena ni gloria en lo que se refiere al reconocimiento y aceptación de los derechos LGBT que reconoce en la actualidad la legislación española.
En mi opinión, no tiene mucho sentido que un partido que se agarra a la legalidad vigente para todo, mantenga esa postura numantina con respecto al matrimonio gay.
Especialmente, cuando el reelegido presidente popular, Mariano Rajoy, no para de hablar de lo centristas que son y que incluso ha afirmado que no quiere que ningún ciudadano vote a otros partidos para evitar que gobierne el PP.
Pero eso son palabras, y el colectivo LGBT quiere hechos. Y lamentablemente, esos hechos han quedado bien patentes durante la celebración del congreso popular de Valencia.
De hecho, la enmienda que pedía el apoyo del Partido Popular a los matrimonios gays ni siquiera pudo ser votada en el plenario del Congreso.
Dicha enmienda había sido promovida por la vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, Cristina Cifuentes, y fue contundentemente derrotada en la Comisión Política, órgano en el que se votan las enmiendas antes de ser llevadas al plenario, con un 80% de los votos.
Para ser llevada al Pleno para que pueda ser votada por los compromisarios, las enmiendas necesitan un apoyo de al menos un 30% de la Comisión Política, mientras que la enmienda en defensa del matrimonio gay apenas recibió un apoyo del 20%.
La enmendante, Cristina Cifuentes, afirmó que «habrá que esperar al próximo congreso» para que el PP apoye el matrimonio gay.
Según el diario El País, la dirección del PP intentó hasta última hora tratar de acercar posturas entre los sectores más conservadores y Cifuentes, para «evitar darle al colectivo gay la sensación de que están en su contra». Sinceramente, me abruma tanta preocupación por lo que pensemos y por las sensaciones que podamos tener sobre ellos.
Vía l El País
De donde no hay no se puede sacar. Que estan en contra y punto, por muchos homosexuales del PP que haya, el PP no admite la homosexualidad.