Lamentablemente, los ataques homófobos de la autoridades rusas contra el movimiento LGBTI es algo recurrente. Y además, no tiene visos de solución a medio plazo. Ahora, una vez más, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Rusia por impedir que el colectivo LGBTI de aquel país se pueda manifestar.
Lamentablemente, como bien sabemos, el gobierno ruso hace caso omiso a las sentencias que le llegan desde el Alto Tribunal de Estrasburgo. De hecho, imaginad lo que harán Putin y sus subordinados con esta sentencia.
En la sentencia, el Alto Tribunal Europeo advierte que el veto ruso a que los grupos LGBTI pudieran manifestarse en distintos puntos del país entre los años 2009 y 2014 es contraria a los derechos humanos. En la misma, los jueces de esta institución judicial europea han agrupado más de 50 denuncias interpuestas por activistas rusos para denunciar la prohibición de manifestarse realizada tanto por las autoridades locales como por los tribunales rusos.
Desde Estrasburgo han pedido a las autoridades rusas que introduzcan medidas sistémicas que cambie la situación de violación de la Convención Europea de Derechos Humanos, de la que Rusia es firmante en ámbitos como la no discriminación, la libertad de reunión y asociación, o al derecho de un recurso efectivo ante la Justicia. Ámbitos que evidentemente Rusia se salta a la torera sin contemplación alguna.
Basta de homofobia. Es momento de la integración, el mundo nos lo exige