El Vaticano no tiene como costumbre cambiar sus posiciones. Y cuando las cambia, como bien sabemos, es cuestión de siglos.
Pero excepcionalmente, el Vaticano ha suavizado su postura sobre la propuesta francesa de despenalizar la homosexualidad.
El Vaticano, a través de su portavoz, el jesuita Federico Lombardi, cambio su no rotundo a la propuesta, a un ya veremos.
Que no es mucho, pero sí que es más de lo que nos suele tener acostumbrados la Santa Sede.
Según explicó Lombardi en una rueda de prensa, Francia todavía no ha presentado ante la ONU el documento concreto, por lo que antes de establecer polémicas estériles, hay que saber que contiene.
Además, el portavoz de la Santa Sede hizo una declaración que a muchos nos hubiera gustado oir cuando empezó esta polémica: «La Iglesia está en contra de leyes penales que consideren un crimen la homosexualidad».
Lombardi afirmó que «la Iglesia está a favor de la despenalización». Y si se hubiera callado en este punto, la cosa hubiera sido perfecta.
Pero Lombardi continuó la rueda de prensa explicando que «no todos los comportamientos sexuales se pueden colocar en el mismo plano, en todas las situaciones y en todas las normas», recordando finlamente que «la Iglesia católica solo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer».
Aunque sigo sin entender mucho la idea de mezclar las bodas gays con la propuesta de ilegalización, ya que como he dicho en algún post anterior, la propia Francia, impulsora de la despenalización ante la ONU, no reconoce el matrimonio entre personas del mismos sexo.
Vía I El Periódico de Aragón
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