Las elecciones francesas están calentitas calentitas. Con una Marine Lepen envalentonada por las encuestas y por lo sucedido en Estados Unidos con Donal Trump o en el Reino Unido con el Brexit, con el escándalo del candidato conservador François Fillon por haber contratado a miembros de su familia a cargo del parlamento francés, o con el anuncio de que Sarkozy se sentará en el banquillo acusado de financiación ilegal de su campaña, Francia está que arde.
En medio de ese ruido de sables, Le Pen pasaría a la segunda vuelta para enfrentarse, posiblemente, al candidato centrista Emmanuel Macron. Un político que está despuntando en las encuestas y que podría llegar a ser presidente de Francia, ante la posible unión de votantes conservadores y socialistas en una segunda vuelta para evitar que Le Pen llegue a ocupar el despacho del Elíseo.
Probablemente, para tratar de frenar ese auge de Macron que dejaría fuera de la carrera presidencial al candidato conservador y restarle opciones de voto entre los conservadores franceses, esta semana han aumentado los insistentes rumores que dicen que Emmanuel Macron tendría una relación homosexual con Mathieu Gallet, el presidente del consorcio público Radio France.
Esta misma semana, Macron ha desmentido irónicamente estos rumores, afirmando que Si en alguna cena, o en alguna cadena de mensajes, os dicen que mantengo una doble vida con Matthieu Gallet o con cualquier otra persona, será que se me ha escapado un holograma pero sin duda no soy yo.
Además, haciendo referencia a su esposa, el candidato centrista afirmó que Este rumor no solo es desagradable para Brigitte, sino que además ella, que comparte mi vida de día y de noche, se pregunta cómo me las arreglo físicamente.
Una respuesta inteligente que en ningún caso hace referencia a que le pueda ofender que le acusen de ser gay, sino que solo se preocupa de que puedan hacerle daño a su mujer.
Parece ser los rumores sobre la presunta homosexualidad de Macron provienen de medios de la órbita del Kremlin, muy interesado en influir en las elecciones europeas para conseguir que triunfen candidatos de la extrema derecha. En Holanda por ejemplo, el Gobierno ha anunciado que volverán a contar los votos de las elecciones a mano para evitar hackeos a la hora de recontar los votos ante la posible intromisión rusa en las elecciones holandesas.
Volviendo al caso francés, el diputado conservador galo Nicolas Dhuicq, que por cierto, es un reconocido homófobo, explicó en la edición francesa de ‘Sputnik’ que Macron representaba al poderoso lobby gay, en el que incluía a Pierre Bergé.
Sin duda, una pena que se vuelva a utilizar la orientación sexual de cada uno para tratar de desprestigiar políticamente a uno de los candidatos a la presidencia francesa, por algo que debería ser tomado con total naturalidad y no como una forma a atacar al oponente. Por suerte, parece ser que los rumores sobre Emmanuel Macron no han influido en su creciente popularidad, ya que sigue subiendo en las encuestas pese a que todavía no ha presentado su programa electoral y que no goza del respaldo de los partidos tradicionales franceses, al liderar su propio movimiento, al que denomina ‘En Marcha‘
¡Seguiremos atentos a lo que pueda suceder en las elecciones francesas, y su repercusión en los derechos LGBTI! De momento, Macron es el candidato más cercano a defender nuestros derechos, frente a la homofobia de Lepen y Fillon.
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