Ayer mismo hablábamos de la negativa andorrana a que los gays puedan negar sangre.
Como si los bancos de sangre estuviesen a rebosar, y no hicieran falta más donantes.
Y hoy, nos desayunamos con la noticia de que Francia piensa endurecer la ley que regula e impide las donaciones de sangre de ciudadanos gays.
Desde 1983, las leyes francesas impiden la donación de sangre de gays. La medida fue tomada en pleno apogeo del miedo al contagio por el VIH.
Pero todo indicaba que esta ilógica restricción iba a eliminarse. Ayer mismo, uno de nuestros lectores, que reside en Francia, nos comentaba que las cosas podrían cambiar próximamante.
Finalmente, no será así. De hecho, todo parede indicar que la ley, lejos de eliminarse, se va a endurecer.
La Ministra de Sanidad gala, Roselyne Bachelot, ha anunciado un decreto, que aún no está publicado de forma oficial, en el que se perfecciona la prohibición para los posibles donantes gays.
Según el decreto, se autoriza a excluir como donante a cualquier varón que responda de manera afirmativa a la pregunta: «¿Ha tenido relaciones sexuales con hombres?».
Y todo esto, después de que la Ministra Bachelot se pronunciara en contra de discriminar a los gays hace unos meses.
Pero ahora, la Ministra afirma que esta negativa no es una opción filosófica, sino que es «una cuestión de seguridad transfusional».
Para la Ministra, el riesgo en las donaciones de gays es demasiado elevado.
Lo único positivo es que los médicos han venido ignorando la restricción hasta ahora.
De hecho, los médicos rechazan la reforma propuesta por el Gobierno Francés.
Esperemos que los médicos franceses sigan protegiendo la voluntad de los gays que quieran seguir donando, a pesar de los intentos conservadores del Gobierno de Nicolás Sarkozy.
Vía I Público
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