A pesar de que llevo casi dos años escribiendo para Ambiente G, no me acostumbro a escribir sobre determinados temas. Cada vez que me toca escribir sobre gays asesinados y mutilados en tal o cuál país, la verdad es que se me corrompen las tripas.
Pero esa labor de denuncia es algo que tenemos muy presente en este blog, en el que queremos hacer un repaso por la actualidad del colectivo LGBT, mostrando lo que pasa en cualquier rincón del mundo, ya sea bueno o malo.
Una labor que creo que es importante, para denunciar y dar a conocer casos que nos ponen los pelos como escarpias, pero que en muchas ocasiones no son recogidas por los grandes medios de comunicación.
Como decía, a pesar de que podría ser rutina, no me acostumbro a escribir sobre ciertas noticias. Noticias que suelen ser anónimas, con víctimas que nos llegan sin nombre ni apellidos, pero que siempre tienen un triste protagonista, un ser humano que ha tenido la desgracia de vivir y morir en un país en el que los derechos de los gays no son respetados.
Noticias como que centenares de gays han sido asesinados en Iraq son lamentablemente el pan nuestro de cada día Pero esas cifras, frías en todos los casos, esconden a seres humanos, a gays como tu y como yo.
Gays que no han conocido lo que es libertad, ni el poder amar de forma pública a la persona a la que quiere.
Gente, en definitiva, que no ha hecho nada malo, y que ha muerto simplemente por acostarse con otra persona de su mismo sexo y por la intransigencia y el odio de conciudadanos suyos que no son capaces de comprender que no hay nada más maravilloso que la libertad de amar a quien tu deseas.
A veces no sé si en nuestra rutina diaria, somos capaces de ser conscientes de la suerte que tenemos de vivir en un país como España. Un país en el que a pesar de la homofobia que podemos encontrar en nuestro día a día, podemos vivir libremente con nuestra pareja, casarnos o adoptar.
Tenemos suerte, aunque a veces no sepamos valorarla. Y es algo que quizás deberíamos hacer. Mirar a nuestro alrededor, y valorar al menos de vez en cuando la suerte que tenemos por haber nacido en un país como el nuestro.
Cada vez que alguien me suelta el manido «no sé de qué te quejas, si vivís muy bien» me acuerdo de cosas así y me hierve la sangre.
Puff… pues a mi me hierve constantemente…
Es muy triste leer estas cosas a dia de hoy, y cierto es que tenemos suerte del país en el que vivimos, aunque no toda la que quisiéramos
A estas noticias nunca se acostumbra uno y son personas como el resto, da igual el pais.
Ay mi pobre Nacho!!! pues aunque se viva eso día a día uno no puede acostumbrarse, son cosas que a nadie le gusta (me refiero a personas de mente saludable), a muchos de nosotros nos toco la fortuna de vivir en lugares menos malos que a otros, en México la homofobia esta fuerte, tambien se asesinan gays, pero no tantos como en Iraq