Hay gente que debe aburrirse, y mucho, además de tener una vida bastante vacía. La vida, o quizás la cabeza.
Eso es lo primero que se me pasa por la mente después de leer noticias tan surrealistas como la que voy a relataros ahora.
Resulta que hay un grupo de seguidores del reverendo Fred Phelps, de la que ya os hemos hablado alguna vez en Ambiente G, que son miembros de la Iglesia Baptista Westboro en Topeka, en el estado norteamericano de Kansas.
Los miembros de esta congregación religiosa tienen un curioso hobby. Se dedican a interrumpir funerales de personas muertas de forma violenta, bajo la proclama de que todas las cosas malas que pasan en los Estados Unidos están provocadas por la permisividad de este país con la homosexualidad.
Los seguidores de dicho reverendo se dedican por ejemplo a interrumpir funerales de soldados fallecidos en Iraq, unas apariciones irrespetuosas que ya les ha costado varias condenas a pagar multas elevadas.
Y su última fechoría ha sido intentar interrumpir un funeral en Winnipeg, en Canadá, en el que iba a darse sepultura a un joven de 22 años que fue degollado, apuñalado y decapitado sin motivo aparente el pasado 30 de julio en un autobús.
Con su acción, los miembros de esta peculiar Iglesia pretendían dar a conocer sus ideas: si alguien es asesinado sin motivo aparente en un autobús, la culpa es de los homosexuales y de los gobernantes que permiten que Estados Unidos sean demasiado filo gay.
Según los asalta funerales, estas muertes son una muestra no sólo de que su Dios existe, sino que además, está castigando al país por su tolerancia ante la homosexualidad.
El asalto del funeral del joven asesinado fue evitado gracias a la presencia policial en Winnipeg para evitar la interrupción, y a que el día anterior más de 500 habitantes de esta ciudad canadiense patrullaron las calles para impedir que los familiares y amigos de la víctima tuvieran que sufrir cualquier acción de este grupo baptista, dando un ejemeplo de civismo y de humanidad, ante la postura de este grupo religioso radical.
Y es que hay que tener cuajo para interrumpir un funeral, especialmente por la familia del fallecido, que ya lleva bastante con lo que lleva, como para encima tener que aguantar las proclamas desvariadas de un grupo de dementes que dicen que su hijo ha muerto por la maldad de la sociedad en la que viven.
Además, el Ministro de Seguridad Pública de Canadá dió instrucciones a los guardas fronterizos para evitar la entrada de este grupo en el país, aunque el material homófobo que pensaban usar fue enviado con anterioridad a través de una empresa de mensajería para que les fuera más fácil la entrada en Canadá.
Los baptistas pensaban que su excursión por Canadá fuera de lo más productivo, ya que además de asaltar el funeral del joven asesinado, también pensaban boicotear dos obras de teatro.
La primera es una obra llamada el Proyecto Laramie, que versa sobre el asesinato homófobo del joven universitario Matthew Shepard, que conmovió a todos los Estados Unidos por su extrema crueldad, mientras que la segunda obra se titula el Proyecto del Pastor Phelps, y que se interpretaba en Toronto.
Por suerte, los baptistas no hicieron acto de presencia en ninguna de las dos obras.
Vía I Universo Gay
¿Estados Unidos?
¿Hay algo más que añadir?
…
Pobre país
Pues si, muy aburridos, demasiado.