Si sois de Madrid, o venís de visita, ya tenéis un nuevo bar al que, si sois homosexuales, es mejor no vayáis, porque su dueño os puede invitar a abandonar su local si osáis daros un beso en público, algo que para el señor en cuestión, es un «mal comportamiento».
La cosa ocurrió este 2 de febrero en una cafetería de la Calle Silva de Madrid. Según ha denunciado en su facebook David Ávila, la pareja se encontraba tomando algo mientras esperaban a unos amigos y, tras darse un beso el dueño el local les trajo la cuenta y les invitó a abandonar el local.
El motivo dado en un principio fue que necesitaba las mesas para la gente que iba a venir, pero ante la sorpresa de la pareja por encontrarse el local vacío, ya fue cuando dijo que habían tenido un mal comportamiento. Como podéis ver, además de la denuncia pública vía redes sociales, también se ha impuesto una hoja de reclamación a esta cafetería. Siempre sorprende que estas cosas ocurran, pero casi un poco más que sea en el centro de Madrid, en donde es normal ver parejas homosexuales…
Vía | Facebook David Ávila
Yo lo pregunto desde la ignorancia, ¿hasta que punto la homosexualidad está normalizada en Madrid? ¿Puede uno ir a un bar y dar un beso, o caminar con su novio por la calle?
Porque en el resto de pueblos y ciudades pequeñas es impensable.
Hasta en chueca a habido agresiones, evidentemente es mas abierto que un pueblo, pero mal nacidos hay en todas partes, para nada esta «normalizado»… basta ir de la mano para notar miradas de una buena parte de la gente.
Yo vivo en Ribeira (A Coruña)que es una ciudad pequeña (o más bien un pueblo grande) y puedo ir de la mano o darle un beso a mi novio en cualquier lugar sin problema ninguno desde hace muchos años.
Puede que alguien se quede mirando todavía pero sin más.
una besada en la puerta YA
Hace un año yo fui a un bar-restaurante cerca de Atocha, creo que estaba por la Plaza de Benavente , y la verdad es que no me sentí muy cómodo. Los camareros no dijeron nada, pero sus miradas eran suficientes para darme cuenta de que no era bien recibido allí. Yo, que procedo de un pueblo, estoy muy contento de vivir en Madrid, porque es una ciudad muy cosmopolita que te da mucha libertad para vivir tu sexualidad como quieras; aunque es verdad que todavía queda un largo camino de derechos por conquistar.
Estoy de acuerdo con que hay que hacer una vesada. Ponernos de acuerdo es complicado. Mientras tanto lo que podemos hacer es ir con un amigo o pareja al local y darnos el filete. Si nos echan no le pagamos y si llama a la policia aprovechamos para poner denuncia. Todo con camara grabando para tener pruebas.
Parece que aún faltan años para que estas cosas dejen de pasar. Es genial que lo hayan denunciado y hayan dado a conocer el caso.
Alguien tiene el enlace de tripadvisor? Hay q hundirles
para antier es tarde.
yo puse el enlace, pero no se oor que han moderado mi comentario.
Tres cuartos de lo mismo del bar «El Campeón», en Córdoba. El señor es un viejo verde fascista, en el que el momento en que coges la mano de tu pareja (hombre), te viene diciendo que esto no es una discoteca. ¡Viejo bastardo!
Y me pregunto yo, el tipejo este no tendrá un local apunto de arruinarse, y con esto busca captar como clientes a los homofobos de la zona? Para mi tiene mucho sentido que toda la cúpula de intereconomia y el clérigo de Madrid se van a ir alli a celebrar todas sus reuniones y comidas de «empresa».
Muchos años creo yo que aun deben de pasar hasta que el ver a una pareja de chicos o chicas besarse sea tan habitual como lo es hoy en día ver a las heterosexuales.
Vaya vergüenza que en estos tiempos sigamos con estas miserias del ser humano.
Pues qué queréis que os diga, yo lo tengo por todo lo contrario.
He estado un porrón de veces con mi churri a desayunar o cenar, al salir del Cool o El Gato y, si bien no nos han dado palmas, jamás nos hemos sentido juzgados u observados más de lo habitual al mostrar nuestro cariño, que por fortuna aquí en Madrid centro es poco.
Como soy muy portera el próximo día que me pase les chincho y pregunto. Que, además, tenemos pendiente una visita al Cool que me han dicho que ha REABIERTO hace ná y mi cuerpo pide marcha.
Bailongo, bailongo.
Hala!!!, pues al final, como buena re-portera que soy fui a enterarme y aproveché para meterme entre pecho y espalda un buen pollón allí (no seáis malpensados ;), que es una de sus hamburguesas) para luego ir al teatro, que los miércoles lo reservamos a cultura 21%.
Por mucha vergüenza que pasó mi mate, saqué el tema directamente, sin anestesia o edulcorante alguno, tan pancho, con toda la cara y al final me quedé con cierto mal sabor de boca, la verdad.
Estaban un poco hartos y quemados con el tema y no es como para andar poniendo por aquí la conversación concreta palabra por palabra porque se podría entender como privada, que no, porque se dió en un lugar con acceso al público. Eso sí, no me resisto a decir que el tema roza una mala copia de «Sexo, mentiras y cintas de vídeo» :lol porque hay denuncias en la policía de por medio por amenazas de muerte por parte de terceros, de quemar el local y publicación de datos privados de personas concretas para rizar el rizo. Que si un vídeo de TRES HORAS en el que se veía todo lo que sucedió, abogados de dos asociaciones GLTB que llamaron o se pasaron por allí y algún que otro altercado con «chavales que la querían montar». Todo muy ecléctico y coral, vamos. Y no vi al susodicho, aunque le conozco de cara, porque me dijeron que «se había ido de vacaciones».
Imagino… mejor dicho, sé que cada uno cuenta lo que le viene en gana y lo viste de manera acorde a su percepción, cuando no pretensión, pero he de reconocer que si bien lo que me esperaba eran las típicas excusas, que si malentendidos, que si no pretendían ofender a nadie, etc. lo que me encontré fue decepción, desengaño y frustración porque nadie les preguntó antes de ponerles a caldo, según ellos, de manera totalmente injustificada y dando por cierto todo lo que suelta una persona en su face sin plantearse siquiera ponerlo en duda por temas «corporativistas» (esto me lo apunto, que me hizo mucha gracia: médicos, jueces y gays. Buenos profesionales autónomos todos ellos, ¡toma ya!).
Lo de las amenazas por teléfono de todo tipo por parte de terceros (imaginaos la típica… ahí, normalizando que se dice) y las e-opinions con insultos me parece muy iconoclasta, además de estúpido. La gente o está mal o no se da cuenta de que cuando te presentas a un magistrado eso de «es que… si el río suena… fulanito lo dijo y quién soy yo para dudar de fulanito…» lo que te suele decir el juez es «pues coja un cubo de los que usa en ese río cuál Heidi para lavar los piececitos de Clara y llénelo de billetitos, que la perla es suya, personal e intransferible y encima me reconoce la comisión de una falta o delito arguyendo oídas, rumores, etc.», vamos un – coja el marco y no se mueva, que le voy a hacer una foto muy maja toda ella para enviársela a la RAE y solicitar que la pongan encabezando las distintas acepciones de «pardillo».
Una cosa que me tuvo descolocado gran parte de la conversación fue que yo entendí por esta entrada y otras que le pasó el tema a uno de los actores de El Rey León (un musical de Gran Vía, a menos de 100 metros, vaya) y resulta que era, en realidad, un actor porno que se llama y apellida igual (ya es casualidad el nombre y el sitio) y su pareja, también actor porno. No por nada de prejuicio (o sí, no lo sé), pero no sé yo si lo que el gay urbanita tipo podemos entender como un inocente beso y abrazo es lo mismo que pueden entender ellos, acostumbrados a un ambiente mucho más efusivo y desenfadado debido a su profesión y a sus galas por los locales sobre certámenes varios tan de moda aquí en Madrid. Ya digo más arriba que yo llevo años yendo a esa cafetería con mi churri, hemos mostrado con total naturalidad y normalidad nuestro amor y jamás sentí incomodidad alguna, menos fui molestado debido a esas muestras de cariño por parte de los camareros. Miradas de otros clientes sorprendidos y susurros sí, pero lo habitual que nos pasa a todos cada día (y cada día menos, afortunadamente).
Ahora, esto a título personal y pseudo-profesional: me parece que estos dos chicos se han metido en un jardín de complicada poda al publicar y publicitar datos personales, arengar al personal (que yo entiendo que puede dar ganas si se sintieron ofendidos) y recibir los del local amenazas de terceros, hasta con fecha concreta y ligándolo a la celebración del orgullo, que hay que ser muy lerda, con el uso de esos datos publicados por aquellos.
He borrado lo que había puesto a continuación para no dar ideas, pero hay que decir que no están haciéndoles en absoluto un favor los e-opinion users y más viendo que ellos mismos han retirado toda mención en sus faces, cuentas de twiter e incluso en las propias páginas de e-opinions. Algún compañero les habrá aconsejado que se vieran «Cabaret» y que escuchasen la estrofa en que Lisa Minelly y Joel Grey recitaban lo de «That clinking clanking soooooooound». Aunque muy avispados mis colegas no deben ser si no les han dicho que la referencia de un tercero es también un problema, precisamente por ser no conocedor (ajeno) y actuar como meros relatadores de algo que ahora se pretende no existió.
En definitiva, iba con el convencimiento de que la habían cagado a base de bien los de la cafetería y vuelvo convencido de que la cagada ha sido generalizada. Unos por no solventar adecuadamente una situación de lo más habitual por muy incómoda y/o exagerada que les resultase a ellos o a sus clientes y otros por no pararse a pensar en las consecuencias de la publicidad en las redes sociales de hechos que terceros pueden tomar como base para liberar de la peor manera posible sus tensiones personales.
Con lo que sí me he quedado es con las ganas de ver el vídeo de marras (3 horacas de tangana tienen que dar para muuuuuucho). No por saber lo que pasó, que espero se arreglen entre ellos de manera amistosa, sino para ver si había cacho, ¡coño!
«y resulta que era, en realidad, un actor porno que se llama y apellida igual (ya es casualidad el nombre y el sitio) y su pareja, también actor porno. No por nada de prejuicio (o sí, no lo sé), pero no sé yo si lo que el gay urbanita tipo podemos entender como un inocente beso y abrazo es lo mismo que pueden entender ellos, acostumbrados a un ambiente mucho más efusivo y desenfadado debido a su profesión y a sus galas por los locales sobre certámenes varios tan de moda aquí en Madrid»
Me parece desafortunado tu comentario, primero mi pareja no es actor, y mi profesión empieza y acaba cuando entro y salgo de trabajar. Que sea actor porno no significa que vaya por ahi dándolo todo. Agradeci a mi pareja el acompañarme hasta Madrid y el estar a mi lado, y le di un simple beso en la boca..
de resto muy buena tu critica, me gusta como escribes , y aunque es un tema ya pasado simplente quería comentarte eso porque me parece caer en un tópico bastante simplón . un abrazo
ah y realmente no me meti en nada, soy de los que no me gusta entrar en disputas, podia haber armado la de dios, llamar a la policía, etc,, pero no…. a mi estos rollos del tipo salvame deluxe no me van. Pero si me pareció lo correcto después del mal rato que nos hicieron pasar, la pertinente reclamación, no por llegar a un buen final, sino para aprovechar mi posición en las redes sociales y denunciar algo que le podría haber pasado a cualquier otra persona que no tuviera los medios para poder hacerlo tan publico. Ya ha pasado varias veces en Madrid, y sinceramente, desde el momento en que mis padres, abuelos hermanos etc.. aceptaron y entendieron mi condición sexual no permito que otros me desprecien por ello, que estoy en España, no me fui a ningún otro país como Rusia donde me tendría que haber adaptado a sus leyes o normas.
Ese tipo de individuo es el que siempre suele quejarse que los homosexuales se automarginan y prefieren ir a «guetos» (entiéndase: barrios gays).
Cuándo cambiará la mente esta sociedad?
Yo estoy cansada de las miradas y las risas, cuando salgo con mi chica a tomar algo, y éso que no nos damos ni un beso.