El viaje a Madrid ha superado todas mis expectativas. La marabunta de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, y como no, heterosexuales era prácticamente inverosímil.
El dibujo de la situación es el siguiente: un rio de gays avanza por el centro y, a los lados, miles de homosexuales y heterosexuales miran, disfrutan y bailan al son de las carrozas.
Asistí al evento con un grupo de amigos venidos de varias partes de la península y que además pertenecían a diferentes generaciones. Los más mayores parecían felices de poder vivir un evento de esta envergadura mientras recordaban viejos tiempos – incluidos espantosos episodios relacionados con la ley de peligrosidad social-. Los más jóvenes simplemente nos dedicamos a disfrutar como animales.
Pero no sólo la manifestación fue impresionante. Durante todo el fin de semana Chueca y sus alrededores han estado invadidos por la libertad. Paseando por la Gran Vía se podían ver cientos de gays de la mano y lesbianas andando cogidas de la cintura con una naturalidad que ya nos gustaría tener en nuestro día a día. Era algo parecido a una visión del futuro, un futuro libre, en el que todo el mundo puede mostrarse tal y como es sin miedo.
Las implicaciones políticas y sociales de un acto de esta trascendencia exceden el ámbito de esta breve reseña; las reivindicaciones eran tantas y tan diferentes que se hace difícil prestarle más atención a una que a otra, pero lo cierto es que la consecución de una de las más importantes, la normalización del hecho homosexual en la sociedad, está cada día más cerca gracias a actos como este que consiguen atraer a miles de heterosexuales.
Madrid es desde hace tiempo la capital gay de España y por un fin de semana lo ha sido de Europa. El año que viene dudo si ir a Estocolmo, al Europride 2008, o volver a nuestra insuperable cita con Madrid.
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Comenté en otra nota del blog porque no habíais publicado esta todavía, así que enlazo a mi comentario para no repetirlo aquí: https://www.ambienteg.com/2007/06/28-el-orgullo-de-…
Yo no pude ir, pero vamos que no se si hubiera cabido.
Aunque somos muchos los heteros que vamos por apoyar unas ideas con las que estamos de acuerdo tambien son otros que van por el morbo, aunque espero que los que menos.
Sonia, que vayan por el morbo no importa, sólo por estar ya sabemos que no son homófobos, y después de un par de años de ver todo lo que se veía allí ya les parecerá lo más normal del mundo. Así tendremos una función educadora del Orgullo que nos va de perlas! ;p
Yo tuve tb la suerte de ir, y fue impresionante. Creo que en Madrid pocas fiestas (por no decir ninguna) han tenido tanta afluencia de gente. Creo q Madrid es una ciudad bastante tolerante, y poco a poca lo sera mas. Es emocionante ver tanto apoyo, ya no solo de homsexuales de toda España, sino de heterosexuales, que habia muchos, y eso les honrra.
Este Europride fue mi primer día del orgullo en Madrid y me faltan palabras para explicarlo… sobretodo, como se comenta en el propio post, me llamó la atención la libertad que se respiraba por todo el centro de la ciudad. Aquéllo parecía el día del orgullo de sentir amor, con independencia de sus sujetos.
A parte de eso –no sé si causa o consecuencia–, me encantó ver que allí además había integración de razas y culturas, con banderas de países no solo europeos –y con aplauso especial a los polacos– y también me gustó la escasa politización del evento, ya que se podía ver a gente con gorras de España entre integrantes de colectivos vascos o catalanes… y sin problema.
#5 También fue mi primer Orgullo Gay. Nunca había estado en la manifestación (sólo había estado en las fiestas pero no en España) y desde luego que quiero volver a ir :).