Supongo que recordaréis el caso del príncipe saudí que fue detenido en el Reino Unido acusado de asesinar a su sirviente en un hotel londinense. Un caso que era bastante claro, y de hecho, el tribunal de Londres que lo ha juzgado ya ha declarado al príncipe Saud bin Nasir al Saud, y nieto del rey de Arabia Saudí, culpable del asesinato de su sirviente Bandar Abdulaziz, aunque aún falta que emita la sentencia.
A comienzos de año, el príncipe saudía llegó a Londres junto a su séquito después de recalar en lugares como Praga, Milán, Marraquech y las islas Maldivas. Y una vez en el hotel, el sirviente, que según todos los indicios era también su amante, apareció muerto con signos de violencia en la habitación del hotel, con todas las pruebas acusando claramente al príncipe.
Entre las pruebas determinantes, el tribunal disponía de una grabación realizada en el propio hotel, en la que el príncipe aparecía pegando e insultando al sirviente en un ascensor, sólo unas horas antes de que apareciera muerto en su habitación. El vídeo, y la supuesta relación de víctima y verdugo han sido determinantes en el desarrollo del juicio y en la posterior condena.
De hecho, el abogado de la acusación señaló que la clave del crímen se encontraba en la relación que mantenían príncipe y empleado. Y a pesar de que este miembro de la realeza saudía ha negado una y otra vez su presunta homosexualidad, varios empleados (entre ellos, uno que dice que es gay), afirmaron que el príncipe saudía solía flirtear con los empleados de este lujoso hotel, además de recibir en su habitación a dos trabajadores del sexo profesionales.
Además, por si no bastaba con las declaraciones de los empleados del hotel, la policía ha confirmado que el ordenador portatil del príncipe saudí fue utilizado para para visitar páginas webs de saunas gays y masajistas sexuales masculinos, y durante el juicio han saludo otros jugosos detalles, si tenemos en cuenta que Saud bin Nasir al Saud es miembro de la familia real que gobierna un país que no sólo tiene prohibida la homosexualidad, sino que la pena con la muerte.
Por ejemplo, se ha sabido que el príncipe viajaba con la guía Spartacus, y que este miembro de la realeza se alojaba en una habitación con una sola cama en la lujosa suite que compartía con su asistente.
Y junto a los empleados del hotel, los empleados del restaurante en el que la pareja cenó en la noche de San Valentín confirmaron que pensaban que estaban atendiendo a una pareja gay. Precisamente, hay otra grabación de esa misma noche, en la que el príncipe agredía a Bandar en plena calle tras salir de cenar.
La pena es que este miembro de la familia real saudí haya quedado en evidencia por asesinar a un pobre sirviente, en lugar de haber sido pillado in fraganti por las cámaras de algún club gay, demostrando así que la homosexualidad existe incluso entre los países que presumen de tener una moral más recta.
Bearcubdonosti, gracias por facilitarnos el enlace de la noticia.
Vía I El País
En Ambiente G I Un principe saudí es juzgado por matar a su amante
Como debe ser, nada de inmunidad diplomatica ni leches..que cumpla la pena integra . Un asesino es un asesino.
Yo sospecho que lo de «sirviente» era una magnífica tapadera para tener al novio cerca. Lo que no quita a parte que viese a su novio como un inferior, no como un igual. De ahí a tener una pelea por cualquier tema, hace que te tomes el tono dominante y si eres una persona violenta que no sabe dónde están los límites… de ahí a matar a tu pareja, tampoco queda mucho trecho.
lo que vi en las noticias aqui en colombia es que lo condenaron a cadena perpetua que no lo extraditabana a su pais porque seria su muerte
Si he leido algo parecido, prefiero que cumpla la condena, aunque es un asesino, nadie merece la muerte, y seria una hipocresía que nosotros deseásemos que muriera en su país ya que tanto criticamos las leyes homofobas de algunos países (y con mucha razón)
La justicia siempre llega