Aunque la cosa está bastante más calmada, todavía hay gente en Francia que está haciendo todo lo posible por torpedear la celebración de bodas entre personas del mismo sexo. El pasado mes de septiembre, siete alcaldes franceses presentaron un recurso ante el Consejo Constitucional galo para tratar de evitar tener que celebrar bodas gays.
Pues bien, apenas un mes después, la Justicia francesa ha dado un buen revolcón a los homófobos y ha sentenciado que los alcaldes no pueden negarse a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo ni por motivos personales, morales o religiosos.
Desde el Consejo Constitucional se ha dictaminado que la ley del matrimonio para todos no viola la libertad de conciencia de los alcaldes, por lo que a partir de ahora los primeros ediles galos no tendrán excusa para no querer casar a dos hombres o dos mujeres.
Vía I CNN
Foto I Princemarchenry
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