Supuestamente el diccionario de la Real Academia Española se va actualizando en la medida que los que hablamos español utilizamos de un modo u otro las palabras que conforman el lenguaje. A veces lo hace demasiado lentamente y no siempre al gusto de todos, pero lo cierto es que se trata del diccionario de referencia de una de las lenguas más habladas del planeta.
Hasta ahora el diccionario definía el matrimonio como la unión entre hombre y mujer. La última edición del diccionario es del año 2001, bastante anterior a la ley del matrimonio española, que data de 2005, por lo que suponíamos que simplemente debíamos ser pacientes y esperar a que se actualizara para que nos incluyera.
Pues bien, ya se sabe cómo quedará la definición de matrimonio en la edición que se publicará en 2014 y es totalmente decepcionante.
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Para empezar hace una diferenciación clara entre el matrimonio entre hombre y mujer –primera acepción- y el matrimonio entre personas del mismo sexo –segunda acepción-, a la que le añade que sólo se da en ‘determinadas legislaciones’.
¿Tan complicado es poner: ‘Unión entre dos personas, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses’?
Si luego quieren remarcar que entre personas del mismo sexo sólo se da legalmente en algunos países, es totalmente aceptable, pero ¿para qué diferenciar? Es evidente que este no es un diccionario por la igualdad. Es discriminatorio.
Ante este desaguisado tenemos tres opciones: esperar alrededor de 10 años más a la siguiente actualización, hackear los diccionarios y cambiarles la definición de matrimonio como hacen en Hack Marriage, o montar algún método de presión como change.org –creo que las peticiones de este tipo de webs suelen quedar en el olvido, pero se puede intentar–.
Es evidente que esperar más de 10 años para conseguir un poco de igualdad en el idioma no es factible.
Enlace | RAE definición de Matrimonio (clickar en ‘Artículo enmendado’ pera ver la definición del próximo diccionario)
Son ganas de crear polémica, sino no me lo explico. Con lo fácil que lo tenían.
Leer la definición enmendado me enfada, y eso que soy una persona bastante calmada.
Me he dado cuenta de que me enfada, sobretodo porque el diccionario de la RAE siempre ha sido mi diccionario de cabecera – incluso tengo dos ediciones.
El sentimiento que me deja es que alguien en quién he depositado mi confianza me ha decepcionado.
Pero seré optimista, de aquí al 2014 los académicos tienen tiempo para enmendar, lo que a mi parecer, es un gran desaguisado.
Ya que es la lengua española y nuestra legislación lo admite, debería ir en primer lugar…pero no somos tan avanzados como aparentamos…
El Maria Moliner lleva ya UNOS CUANTOS AÑOS ultilizando una definicion parecida a la que tu propones, en otros idiomas tambien han seguido la estela correcta. Queda por ver si el Oxford sigue a la RAE o a los demas.
A algunos os parecera una gilipollez como una casa, pero debido a esto, para mi la RAE puede irse a la mierda. Me quedo con el Maria Moliner
Creo que se sobrevalora la importancia de la RAE y sus diccionarios.
Está muy por debajo de la enciclopedia británica y otras extranjeras, se actualiza poco y algunas de sus definiciones son vergonzosas. Basta con que os recuerde la que se montó cuando la RAE definió el manga como comics generalmente violentos o sexuales de dibujo sencillo…
Solo los homofobos le dan importancia a lo que pone el diccionario para apoyar su argumento semántico de que el matrimonio tiene que ser forzosamente entre un hombre y una mujer. Nosotros deberíamos centrarnos en cambiar las leyes y a la sociedad antes de lo que pone en un diccionario.
Razón no te falta en tu artículo. Porque para cambiar la forma de pensar de una sociedad, primero hay que empezar con una transformación del lenguaje (como ocurrió con el intento fallido de la ex-Ministra Bibiana Aído con el vocablo «miembras») incluyendo palabras, neologismos («gay») o destruyendo otras que han quedado desfasadas. Sin embargo, debemos tener presente que la RAE pertenece a la ASALE (ASociación de Academias de la Lengua Española), integrada por países de Hispanoamérica donde todavía no se ha aprobado el matrimonio igualitario (México, Perú…) y donde la cultura misógina y ultracatólica que aún se profesa en esos países impera por encima de la cultura europea y moderna. Por eso, creo que la RAE no ha querido mezclar dos conceptos que todavía parecen antagónicos: matrimonio heterosexual y matrimonio homosexual; concediéndole al primero la primera acepción en la entrada de la palabra «matrimonio», mientras que el significado del segundo aparece precedido por una aclaración «en determinadas legislaciones».
Sinceramente, creo que tu propuesta es lícita y tu reivindicación es coherente. Yo también creo que debemos dejar a un lado los tecnicismos y los rodeos o las aclaraciones y llamar a las cosas por su nombre (matrimonio es una unión entre dos personas, independientemente de cuál sea su sexo, tal y como lo corrobora nuestro Código Civil actual). Sin embargo, creo que hay que hacer más hincapié en la petición de la introducción de vocablos como «queer» en nuestro diccionario, y en evitar que se produzcan confusiones de significado cuando la RAE intenta definir lo que es «transexualidad», «trasvestismo», «androginia». Porque al menos, hemos logrado que la RAE acepte dentro de la palabra «matrimonio» un significado que se nos ha negado en España durante muchos años.
Que para cambiar la forma de pensar de una sociedad, primero hay que empezar con una transformación del lenguaje?
Entonces, ¿si ‘destruyen’ la palabra «homofobia», va a dejar de existir? No por dios, las cosas no van así, la lengua no la «hace» la Academia, ni tampoco las palabras van por delante de los pensamientos o actitudes de la gente.
No me has entendido. Quiero decir que para que la sociedad avance es necesario que el propio lenguaje se amolde a las circunstancias sociales y a los nuevos cambios que se produce en el seno de la sociedad civil. Esto es una teoría filosófica que nació de la mano del eminente pensador contemporáneo Wittgenstein, que por cierto era homosexual.
Hay países de habla hispana que no tienen la definición que se tiene aquí del matrimonio, veo entonces normal que se hagan dos acepciones distintas.
Casi todos los países de habla hispana tienen su academia de la lengua que edita su propio diccionario, así que vamos a intentar no justificar lo injustificable.
Está claro que el Diccionario de la RAE incluye definiciones «reales». Es decir, no podemos pretender que se incluya en la definición de matrimonio una acepción igual que la tradicional. Está claro que en Rumanía, por ejemplo, matrimonio no se refiere a la unión de personas del mismo sexo. Por tanto,el significado de matrimonio (en español) no tiene ese significado universal. Cuando en todas las legislaciones del mundo exista este reconocimiento entonces se le podrá pedir a la RAE que la acepción sea equiparada a la «tradicional». Tampoco hay que buscarle tres pies al gato.
Saludos.
Una definicion neutra vale para todo. De hecho, el Codigo Civil yanki(o su equivalencia vamos) ultilizaba palabras neutras, e ahi el origen de la DOMA.
Qué suerte tiene el arroz blanco con habichuelas guisadas que sí ha tenido la RAE por hacerle un hueco dentro de la definición de matrimonio.
Habichuelas 1 – Diversidad 0
Tristemente anecdótico y un poco vergonzoso, a ver si alguien se pone las pilas por allá dentro, que si después de lo de «almóndiga» y «cocreta», pensábamso que no nos quedaba nada más por ver… voilá.
No nos olvidemos que el lenguaje es solo la punta de la lanza, primero son las mentalidades. Fuera aparte, la RAE es una institución como cualquier otra y no precisamente de corte moderno y vanguardista.
No debe ser esto lo que más nos preocupe, es solo un reflejo de lo todo lo que todavía no ha cambiado.
Esa enmienda lleva ahí desde hace unos años.
Tal vez antes de introducir una acepción neutra han optado por esto ya que en muchos sitios, incluso hispanohablantes, que es de lo que se trata, sigue usándose la palabra sin atender a la nueva acepción.
Probablemente en la siguiente edición (aunque haya que esperar más de una década) ya introduzcan una acepción neutra.
Por cierto, la nueva definición de boda si es neutral (aunque la anterior podría considerarse también neutral):
boda.
(Del lat. vota, pl. de votum ‘voto, promesa’).
1. f. Ceremonia mediante la cual se unen en matrimonio dos personas.
Aún no han actualizado casamiento.
Sí han actualizado cónyuge de «consorte (‖ marido y mujer respectivamente)» a «Persona unida a otra en matrimonio».
Y consorte de «Marido respecto de la mujer, y mujer respecto del marido» a sinónimo de cónyuge (según la nueva acepción).
Además han actualizado pareja, de una forma poco satisfactoria en mi opinión, manteniendo «Conjunto de dos personas, animales o cosas que tienen entre sí alguna correlación o semejanza, y especialmente el formado por hombre y mujer.» añadiendo lo siguiente «Cada una de estas personas, animales o cosas considerada en relación con la otra».
Han adjetivizado «gay» (indicando que es usado también como sustantivo) haciendo extensivo su uso a lesbianas (aunque menciona que se usa especialmente para hombres).
La misma suerte corre «amantes» que sigue definido como «Hombre y mujer que se aman».
No han actualizado ni marido («Hombre casado, con respecto a su mujer»), ni mujer («mujer casada, con relación al marido»), aunque esposo/a es neutral.