Mientras en territorios como Gibraltar, en los que no se protege especialmente a los gays, parece que vamos damos tímidos pasitos con cosas tan sencillas y elementales como poder alquilar una vivienda con tu pareja, en otros países más distantes de nosotros, ni siquiera nos permiten mantener reuniones.
Debe ser que en determinados países, no conocen esa frase que tanto me gusta, “prohibido prohibir”. Eso, o piensan que somos un peligro público con un poder de destrucción similar a una bomba nuclear. Y si no, no lo entiendo.
En Indonesia acaban de prohibír un encuentro internacional de gays en el que iban a participar 200 activistas LGBT de 16 países diferentes.
El encuentro, que este año cumplía su cuarta edición, estaba siendo organizado por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, y tenía previsto comenzar el próximo viernes en la isla de Java.
Pero como en todos sitios, siempre hay gente todavía metida en la caverna que está dispuesta a tocar las narices basándose en su moralidad. En Java, la policía municipal ha puesto como excusa para justificar la suspensión del encuentro, que había “indicios de que puede haber disturbios sociales, como protestas de grupos musulmanes de Java Oriental, si el acto sigue adelante”.
Pero las mayores pegas a la celebración del encuentro las ha puesto el Consejo de Ulemas de Indonesia, una institución religiosa ultraconservadora, que se ha opuesta a que se celebrara el encuentro LGBT, ya que “viola las enseñanzas religiosas y las tradiciones locales”.
Analizando los argumentos de los ulemas y de la policía, podemos llegar a la conclusión de que cambia el país, y la cultura de cada uno de ellos, pero la represión o las agresiones de los ultraconservadores contra los gays es igual en un montón de países, por muy lejos que estén entre sí y por más diferencias culturales que tengan entre ellos.
Es como si tuvieran un manual universal con argumentos para oponerse a la extensión de los derechos LGBT. Rusia, Indonesia, Irán, Uganda… cambian los países, cambian los políticos, y las religiones, y cambian las lenguas y los ropajes que usan cada uno de ellos, pero los mensajes son los mismos: La homosexualidad es una inmoralidad que no se puede permitir, y si se permite la visibilidad de los gays con manifestaciones como las de Moscú, o encuentros como el de Indonesia, estas pueden provocar alteraraciones del orden público que no se pueden permitir.
De hecho, creo que es lo único en lo que deben estar de acuerdo los sectores más ultraconservadores de todo el mundo, al margen de raza, religión o pertenencia social.
Vía I ABC Digital
Dios que mentes cerradas y estupidas por las diversas y multiples bestialidades del hombre! :S bueno, como dijo NACHO cambia el pais jajaja pero esto no tiene porque dejar de celebrarse por nada del mundo! 😀
viva la democracia
El mundo está cambiando Nacho y lo seguirá haciendo. No estoy diciendo que todo es esperanzador, pero creo que es imposible, por ejemplo, sustraerse a los efectos de los medios de comunicación masivos. Los mismos que, si bien todo lo que traen no es positivo, también han sido muy importantes a la hora de mostrar otras alternativas vitales. Los gays existimos, no se puede negar… una región, si se quiere, puede empeñarse en enseñar que ser gay es incompatible con todo, pero ya no son estos los tiempos en los que el silencio y la represión hacían sentir a los gays que estaban solos en el mundo. Ahora, sabemos que somos muchos y que estamos en todas partes. Eso ya es ganancia.
Saludos.
Será gais, no «gays».
http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=gay
Las religiones y sus seguidores: Siempre tocando los cojones.
El enlace correcto es: http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=gay
porfavor tienes que ver esto es algo indignante para la sociedad lgbt en el mundo y porsupuesto que esto pasa en Mexico, un pais del cual aveces reniego mis raices por practicas como esta
http://www.tu.tv/videos/que-culer0s-no-1