El diario El Mundo publicó, en su blog de sexo, la experiencia de uno de sus escritores en un bar de lesbianas en Valencia. La verdad es que el dichoso artículo me habría pasado del todo desapercibido si no fuera por la parte en la que dicen que las lesbianas nos pegamos en los bares. ¡Qué barbaridad! En concreto dice: “es frecuente presenciar peleas físicas (en los bares lésbicos)… Sin embargo, al parecer las provocaciones están al orden del día y siempre hay alguna lesbiana dispuesta a mostrar al público presente que es muy diestra dando puñetazos.”
Veamos: en más de 10 años de asidua al ambiente, NUNCA, repito, NUNCA JAMÁS, he presenciado una pelea, ni en mi ciudad –Barcelona-, ni en ninguna otra de España, ni del mundo –he estado en multitud de bares y discotecas lésbicas en un buen número de capitales europeas y en bastantes Norteamericanas-. El ambiente en todas partes es similar: muchas chicas y completa placidez; incluso los bares de lesbianas son famosos entre nosotras por ser un sitio en el que difícilmente se liga -ninguna extraña te entra si no ha habido presentaciones antes- ¡Imaginaros acabar a puñetazos!
No sé a qué bar de Valencia fueron los chicos de El Mundo, pero, o ese sitio en concreto es un micro cosmos o mejor que se dediquen a escribir películas del oeste.
no había leido este articulo antes, me ha llamado la atención el título; y todo iba bien hasta que me he dado con el parrafo de que nadie liga en un bar de lesbianas, y que no conoces a alguien si no te la presentan antes…
¿y donde está la aventura?? ¿donde esta la emoción de ir a ciegas a un lugar, y cuando ves a una chica que te gusta te acercas y tratas de seducirla? si eso es lo más emocionante de un sitio gay…
además si te haces amiga es como que se pierde el interés… si lo más divertido de todo es tratar de ligarte a alguien que no sabes quien coño es, y después de follar recién preguntarle como se llama
cuando las cosas son tan civilizadas, aburren.