La concentración surgió de forma particular, pero se ha extendido logrando muchos apoyos. Convocados por Óscar Olmo, y con el respaldo de la FELGTB, PSOE, IU y Equo, cientos de madrileños se han plantado en la embajada rusa para pedir la retirada de la ley antigay del país.
Con lemas como «Cuando el amor es puro el sexo no tiene importancia» y gritos como «Homofobia asesina» o «Hijos de Putin», los manifestantes han leído un manifiesto recordando que el Artículo 19 de la Constitución rusa garantiza la defensa de la igualdad de todas las personas.
Además, han entregado una carta en donde se exige la derogación de la Ley, un posicionamiento firme contra la homofobia, que se persiga y juzque a las personas que ya han comentido actos violentos contra homosexuales y un compromiso de la embajada de hacer llegar a Putin la carta.
Foto | Twitter Arcopoli
Vía | ElDiario
Vaya que mundo más polarizado, hace un rato estaba leyendo que en mi país (México), ha aumentado el apoyo del gobierno y la secretaria de turismo a la comunidad, con fines de lucro, pero que al fin llegan a impactar en la mentalidad de las personas para bien.
¡Por fin! Pensaba que aquí en España no íbamos a levantarnos nunca para protestar contra la homofobia rusa.
No solo eso, un país con orgullo que venció a los nazis se les debería caer totalmente la vergüenza al permitir neonazis campar libremente en el país, con permisividad de muchos de sus habitantes. Una falta de respeto con los rusos que lucharon contra el nazismo. La Iglesia Ortodoxa hace mucho daño, y Putín claro.