En Líbano, el movimiento LGBT parece comenzar a despertar.
Y lo quiere hacer en un país que es noticia demasiado a menudo a causa de las tensiones que se viven en éste rincón del planeta continuamente.
«Hélem», o lo que es lo mismo, «Sueño», es el nombre que han elegido los gays de este país de Oriente Medio para constituir una asociación desde la que luchar por sus derechos.
Desde esta plataforma se han planteado como objetivo suprimir la ley 534 que discrimina y sanciona a los gays por actos que son considerados «contra natura», y que contempla incluso penas de cárcel.
Y como primer paso, por primera vez en el país, los gays organizaron una manifestación en Beirut el pasado sábado, apoyados por varias ONG’s, para denunciar la situación de discriminación de gays, mujeres, niños, y otros colectivos desfavorecidos.
La manifestación, que se celebró en pleno centro de la capital libanesa, congregó a un centener de personas que llenaron de banderas gays el barrio de Sodeco.
Desde Hélem, se explicó que la ley que se pretende abolir «no menciona explícitamente a los homosexuales, y si son detenidos pueden pasar algunas horas encarcelados, pero si son vistos en alguna postura considerada equívoca pueden ser condenados a una pena de seis meses a un año de cárcel».
Además, desde el colectivo LGBT se quisó denunciar las diferencias que hay para un gay que vive en Beirut o para uno que resida en otro punto del país.
Según Helém, «en Beirut, la sociedad es más abierta y, por tanto, podemos decir que su situación es casi buena, pero no pasa lo mismo en el resto del país, más cerrado y conservador».
El colectivo LGBT también quiso denunciar que a veces, la propia familia del gay o de la lesbiana es mucho más severa que la sociedad.
Con todo, Líbano, junto a Israel, es uno de los países de la zona en los que mejor está la situación del colectivo LGBT.
Vía I El Confidencial
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