La degenerada ‘Proposición 8’ ha traído de cabeza a la comunidad LGBT de California desde que se aprobó su admisión en la papeleta electoral del pasado mes de Noviembre. Luego, el voto de minorías, inclinó la balanza en nuestra contra. Desde entonces, la batalla por diversos frentes para la anulación legal de semejante aberración ha supuesto uno de los momentos más trascendentales de la historia de los derechos civiles en Estados Unidos.
Semanas antes de que la Corte Suprema de California emita su veredicto, después de haber estado escuchando a ambas partes, la agredida y la discrimante, digámoslo de una vez, un par de profesores de la Universidad Pepperdine, Douglas W. Kmiec y Shelley Ross Saxer, se han atrevido a lanzar una propuesta que no puede dejar a nadie indiferente, que no satisface a nadie en teoría, pero que en teoría a nadie ofende. No sé qué pensaréis vosotros ni el Tribunal sobre esto. Vosotros juzgáis.
Lo que ambos profesores proponen es que el Matrimonio sencillamente deje de existir como figura legal. Es decir, que los estados no llamen a la unión entre parejas, sean estas del tipo que sean, matrimonio, sino uniones civiles a secas. De esta manera salomónica ni unos ni otros, fin del debate y ¿todos tan contentos?
Esto me recuerda la solución de mi abuelo cuando mis primos querían ver un programa en la tele y nosotros queríamos ver otro, y ninguna de ambas partes nos bajábamos del burro. Mi abuelo, radioyente adicto de toda la vida, se limitaba a desenchufar el televisor y listos. Sabiduría de viejos. Claro que ninguno de nosotros quedaba satisfecho, y no estoy yo muy seguro de si eso debe ser así o bien hay pan para todos, o sea programa de variedades, y a fuerza de costumbre, los que no nos dejan tomar asiento en el mismo autobús o mear en los mismos baños, que para el caso es lo mismo, tendrían que acabar acostumbrándose a no humillarnos nunca más.
Pero bueno, a lo que íbamos, según esta propuesta, el término matrimonio quedaría relegado exclusivamente al ámbito eclesiástico. Cada Iglesia, según sus usos, costumbres y evoluciones casaría a parejas de sexo opuesto o del mismo sexo, pero esto no tendría efecto legal alguno, mientras que tanto parejas gay, como parejas heterosexuales tendrían idénticos derechos y obligaciones ante la ley, dentro del ámbito de cada estado, y supuestamente a nivel federal.
Francamente, a mí no me disgusta, pero tampoco me hace ninguna gracia. ¿No sería esto otra forma de discriminación? Acompañadme en la duda.
Vía I Gay.com
No me parece buena idea, porque ya no es solo cuestion de como se llama, sino de lo que significa y representa, que es lo que en realidad les molesta a los que estan en contra del matrimonio homosexual.
Si, lo sería, pero serian las religiones las que discriminarían y no el estado. Por lo menos es «Salomónico». A fín de cuentas me sigue pareciendo una forma como otra cualquiera de HOMOFOBIA, el que no quieran que se llame matrimonio.Es simplemente por que les ofende que «esa gentuza» (por los homosexuales» quieran ser como ellos.
Pues me parece una idea genial.
Y no, no se trata de lo que el matrimonio representa, si queremos aceptacion y visibilidad no vamos a meternos en el centro de la homofobia intentando que nos acepten en una institucion como el matrimonio con origenes religiosos y claramente homofobicos.
Aqui si se gana caballeros. El matrimonio queda como un compromiso puramente religioso ante el amigo imaginario de turno que le guste al consumidor de espiritualidad.
La union civil queda como un compromiso personal entre dos personas, con al misma devocion que en el matrimonio, sin las limitantes del odio. Y con los beneficios legales, que dentro de todo es lo que importa, se da legalidad a la pareja gay y se le da proteccion.
Pero esta iniciativa probablemente no sea considerada esta ves, pues le toca los cojones a la iglesia que tanto gusto tiene de mantener la influencia que tiene en la politica. Si el matrimonio pierde estatus legal y queda como figura puramente ceremonial ellos quedan como una figura de escualido poder sobre la gente, como una mera comodidad que la gente busca y no como algo que rige la vida. Los religiosos no aceptaran esto.
Yo veo poco probable que esta ley se lleve a cabo. Nunca me pareció bien eso de que nadie viera la tele por falta de consenso….
Pero ojalá trascendiera esta noticia y todo el mundo se lo planteará. Ojalá todo el mundo se viera en la situación de que, de un día para otro, lo que un día declaramos con nuestras parejas como matrimonio deje de serlo. Seguramente, aparecería una pizca de empatía en las cabecitas de mucha gente…. que para algunas cosas, eso de ponerse en el lugar del otro parece imposible…
A mí no me parece tan mala idea porque dejaría sin argumentos a muchos. Cuando he tenido discusiones con conocidos sobre este tema, siempre les he dicho lo mismo, si lo que molesta realmente es la vinculación semántica con el matrimonio religioso, vamos a cambiar el nombre a TODAS las uniones civiles. Los que estén en contra se quedan sin argumentos sin parecer unos intolerantes homófobos y los que estamos a favor del matrimonio homosexual, conseguimos lo que queremos, una unión legal exactamente igual a la de un hombre y una mujer, no una de segunda categoría como preteden algunos.
Sinceramente, a mí me da igual que se llame tal o cual cosa, pero nunca consentiría un nombre diferente al de las uniones hetero, porque entonces sí significa que el amor es diferente, que estamos hablando de una unión de segunda. Ahora bien, si al matrimonio civil le llamamos unión, sea una pareja hetero u homo, no me parecería del todo mal, aunque la idea no me guste demasiado.
Otra cosa es que culturalmente hablando no tenga demasiado sentido buscar una palabra diferente para lo que todos conocemos como matrimonio, por culpa de cuatro cavernícolas.
Pues a mi me parece muy buena idea, como dicen arriba ahora serían las religiones las que discriminarían, pero entonces que cada quien escoga la religion que le parezca y las que no se adapten que desaparezcan, como debe ser.
Pues a mi no me parece, aquí hay una equivocación muy grande, principalmente porque lo de que el matrimonio es una institucion con orígenes religiosos no es verdad, y si lo es, al menos no es con origen cristiano porque en la época de los romanos antes del cristianismo ya existía, hasta que vino la Iglesia y lo convirtió en algo religioso, cosa que hizo con muchas más cosas.
Es que lo de las palabras es una discusión absurda, las palabras se mantienen pero los significados cambian, antiguamente «matrimonio» era una unión entre dos patricios, los esclavos no podían casarse ni tampoco un patricio con un plebeyo, etc, luego pasó a ser entre cualquier hombre con cualquier mujer, y después dos personas independientemente de su sexo. Y no hay que darle más vueltas, las cosas no se mantienen igual porque las sociedades cambian, lo único que se mantiene es el nombre, y lo único que se puede decir es que AHORA esta palabra significa tal cosa pero puede que mañana signifique otra.
Igual que por ejemplo la palabra «constitución» antes los artículos que contenían tenían q desarrollarse en una ley aparte y sino no se podían presentar ante el juez para reivindicar nada y no tenía supremacía, era igual que cualquier otra ley, pues entonces,¿por qué no cambiamos ahora la palabra constitución si es una cosa diferente? Pues porque ha evolucionado y punto. Igual que muchísimas otras palabras, ahora dices «voy a mirar el correo» y puedes referirte a un e-mail, o al buzón.
La gilipollez de la palabra «matrimonio» es otra manera de intentar discriminar, como alguien ha dicho por ahí de decir «estos no son como nosotros», y si no les gusta, que la cambien ellos, que la llamen «sacrimonio si quieren o como les de la gana pero sólo faltaba ahora que se «adueñen» de las palabras, que son de todos, ¿desde cuándo alguien tiene potestad sobre una palabra? Es que me parece indignante…
al fin y al cabo el matrimonio es un contrato, ¿porque no se permite a dos amigos o dos familiares o tres amigas que se tengan afecto realizar un contrato similar?¿no es a veces mas fuerte el afecto que el amor?
en fin el matrimonio esta muy arraigado, y sí tiene connotaciones religiosas y entiendo que pueda incomodar a pesar de que prefiero que se llame matrimonio gay.