En la edición de hoy de El Periódico de Aragón aparece una entrevista en su contraportada a Tatiana Sánchez, la primera transexual que logró cambiar su carné de identidad masculino en uno femenino en la Comunidad de Aragón.
Tatiana también ha sido la primera en someterse a una operación de cambio de sexo siguiendo los estrictos protocolos de la sanidad pública que rigen en esta Comunidad Autónoma, la tercera Comunidad que permitió que la sanidad pública financiase el cambio de sexo, tras Andalucía y Extremadura.
Recuperándose lenta pero satisfactoriamente de su compleja operación, Tatiana por fín puede disfrutar de su aténtica sexualidad de una forma plena.
Ahora, Tatiana es una mujer, tanto física, como legalmente. Pero también tiene que enfrentarse a una sociedad que no comprende en muchas ocasiones un cambio de sexo como el suyo.
De hecho, Tatiana afirma que «la costumbre social muchas veces va por detrás de las leyes.Y a veces te encuentras con la falta de respeto o simplemente con la incompresión de la gente a tu alrededor».
A pesar de esta falta de respeto vivida, también añade que cada vez es más raro que le griten por la calle «maricón», como le pasaba no hace tanto tiempo, pero que todavía abundan los recelos.
Además, en la entrevista Tatiana habla de su niñez, una etapa que lamentablemente la recuerda «con horror», en un pueblo extremeño de menos de 2.000 habitantes, en cuyo colegio tuvo que aguantar de todo.
En la entrevista también aparecen reflejados los estereotipos que aún mantiene viva la sociedad sobre los transexuales, al relacionar la transexualidad con problemas como la prostitución y la promiscuidad, y sobre los problemas que encuentran los transexuales a la hora de encontrar empleo, por culpa de la transfobia y del machismo.
Quizás la frase más bonita y esclarecedora de toda la entrevista, sea en la que Tatiana afirma que «me operé por dignidad y salud, no por sexo. Esto no es un capricho«.
Y es que desde que salió de la clínica en la que la operaron, Tatiana ha olvidado las depresiones continuadas, gracias a que ahora, su cuerpo y su mente van al unísono.
Sin duda, todo un ejemplo de valentía y de sensatez, y también un ejemplo de como está cambiando el mundo para bien.
Vía l El Periódico de Aragón
Me alegro por ella.