A veces, a pesar de las guerras y del conflicto palestino – israelí, la vida da una oportunidad a los derechos humanos, a la razón, y a la justicia.
Eso fue lo que ocurrió hace unos meses, cuando el Israel autorizó a un gay palestino que residía en la ciudad cisjordana de Yenín a residir de forma temporal en Tel-Aviv, junto a su actual pareja israelí.
Y espero que ahora se pueda repetir con otro gay palestino que vive en una aldea cisjordana y que ha pedido asilo en Israel por el peligro que le supone seguir viviendo en su tierra natal.
Los abogados de este palestino han explicado que su cliente corre peligro de muerte, llegando incluso al extremo de que su propia familia le ha rechazado al enterarse de su condición sexual.
De hecho, la familia le ha pedido que se reforme o que de lo contrario, lo tendrán que asesinar para «salvaguardar el honor»de la familia.
Según los abogados, el ciudadano palestino conoció hace nueve años a su actual pareja, de origen israelí, con la que estuvo conviviendo.
El problema surgió cuando unos parientes informaron a su familia directa de que estaban conviviendo juntos el palestino junto a su pareja israelí, un hecho que la familia, evidentemente, no podía soportar.
Esperemos que el caso se resuelva pronto, y que este palestino reciba el asilo para que pueda residir en Israel junto a su pareja, sin problemas, y en paz.
Vía I Universo Gay
Les deseo mucha suerte y mucho éxito. Estas noticias me parecen horrorosas.
Y luego nos quejamos….