Por fin, Francia tiene previsto reconocer de forma legal la familia homoparental.
Aunque sea de forma tímida, el presidente francés Nicolás Sarkozy ha decidido dar un paso al frente para regular el estatus jurídico de algunos tipos de familia que existen en la realidad cotidiana, y que de momento carecen de protección legal.
Es el caso de aquellas parejas de gays, en las que uno de los miembros ha decidido adoptar un niño, y la pareja no tiene ningún derecho sobre el hijo adoptado.
Y es que en Francia, las parejas gays están reconocidas por ley, pero no pueden adoptar de forma conjunta.
Los franceses, gays o heteros, pueden adoptar sin que sea tenida en cuenta su orientación sexual, siempre que lo hagan en solitario.
Algo ilógico, ya que crea situaciones en las que una pareja de gays con un niño, sólo uno de ellos es el padre «legal».
Algo que no puedo llegar a entender. Si la legislación permite a un gay adoptar en solitario, no se entiende que el Estado limite la adopción por parte de la pareja de forma conjunta. Una completa contradicción, lo mires por donde lo mires.
La reforma afectaría a unas 30.000 familias homoparentales, que verían como se regula su situación.
Con el nuevo proyecto del Gobierno francés, se pretende que las parejas de la parte que adopta puedan participar de los derechos y obligaciones de cualquier padre, como por ejemplo, asistir a las reuniones de padres del centro escolar, algo que hasta ahora tenían prohibido. O recoger a los hijos en los colegios.
Según algunas fuentes, el Gobierno francés quiere aprovechar la ley para reconocer los derechos y obligaciones de los padrastos, siendo un primer, aunque tímido paso, para el reconocimiento completo de derechos de las parejas gays.
De hecho, en el proyecto se nombra de forma explícita a los niños que viven «en una familia integrada por dos adultos del mismo sexo«.
Según la Secretaria de Estado para la Familia, Nadine Morano, con este proyecto tratan «de tener en cuenta sobre todo el interés de los niños y permitir a las familias que lo deseen, sean o no heterosexuales, organizarse mejor».
Vía I El Periódico de Aragón
Me estoy quedando de piedra, más que nada porque el partido de Nicolás Sarkozy es conservador (como el PP nuestro de cada día). Pero algo de esto ya veía yo venir, sobre todo después de que Francia lanzara su propuesta en la ONU de despenalizar la homosexualidad. A mí, personalmente, me da igual si Sarkozy lo está haciendo por originar un tema que crea polémica en otros países y distraer la atención de la crisis (porque si en España les ha tocado a los del PSOE sufrir la crisis, en Francia le ha tocado a él); o bien si lo hace porque se ha dado cuenta de que necesita el voto de los homosexuales para las próximas elecciones (la crisis hunde al que está en el poder, aunque no tenga la culpa -el pueblo necesita siempre a alguien en el cadalso, no lo olvidemos-); o si lo hace porque se ha dado cuenta de que los homosexuales tenemos tanto derecho como cualquiera a fundar una familia, y que ésta esté protegida por la ley; cosa que no me extrañaría en este caso, porque a pesar de ser conservador, dejó a su mujer de toda la vida para liarse con la Bruni, «taitantos» años menor que él. Vamos, que ha sufrido en sus carnes todo tipo de juicios y prejuicios, y ha ocupado el protagonismo de chismes, condenas y otras críticas vecinales. ¿Será por todo eso que se ha sensibilizado con nosotros?¿Tomará ejemplo el PP nuestro de cada día? Sea como sea, enhorabuena y felicitaciones, Sarkozy.