Esta semana nos ha tocado escribir sobre alguna noticia bárbara y escabrosa que nos ha dejado son habla. Noticias de esas que jamás nos gustaría tener que comentar.
Hoy, tenemos que escribir sobre otra noticia incomprensible, que no deja de poner los pelos como escarpias, ya que ni a los gays muertos les dejan descansar en paz en algunos países como Senegal, donde se ha profanado dos veces la tumba de un musulmán que era gay.
Un país en el que la homosexualidad está penada, y del que ya os hemos contado alguna vez los problemas que tienen los gays paras ser enterrados.
En este caso, las dos profanaciones se produjeron en Thies, una localidad situada a 70 kilómetros al sur de Dakar.
El hombre, cuya orientación sexual era pública, falleció recientemente.
Y tras su muerte, la familia intentó en varias mezquitas que se celebrara un entierro musulmán.
Un entierro al que se negaron en varias mezquitas de Thies, por lo que la familia optó por enterrarlo discretamente en el cementerio de la localidad.
No contentos con no dejar enterrar al fallecido según los deseos de la familia, los bárbaros profanaron su tumba hasta en dos ocasiones a causa de su orientación sexual.
Al final, la familia del fallecido decidió enterrar el cadáver en su domicilio.
Una historia que muestra hasta que punto puede llegar el odio y la radicalidad de algunos seres humanos. Por llamarlos de alguna manera.
Vía I El Revolucionario
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