Hay cuatro fechas al año que espero con muchas ganas: San Lorenzo (patrón de Huesca), Nochevieja, mi cumpleaños y el Orgullo. Para mi son fechas marcadas en el calendario por todo lo que implican. Este año, el Orgullo, será especialmente importante. Este año tenemos que dejarnos ver y oír más que en años anteriores. ¿El motivo? Pues que con todo lo que ha avanazado la sociedad, con todo lo que se ha logrado, con esos diez años desde que se legalizasen los matrimonios entre personas del mismo sexo… aún queda mucho por hacer.
Las pruebas son los recientes ataques homófobos en Madrid. Aunque puntuales, y aparentemente aisalados. O todo lo que hemos visto con lo de no poder donar sangre por el mero hecho de ser homosexual. Demuestran que no está todo logrado, que no nos podemos rendir y que aún tenemos que alzar nuestra voz.
El día del Orgullo es una de las mejores ocasiones para hacerlo. Es cuando más somos, más estamos y más visibles somos. Un día en el que salimos a la calle para manifestar lo que sentimos. Para manifestar nuestro descontento con las leyes, con el trato social, nuestra oposición a la homofobia, a la bifobia, a la lesbofobia, a la transfobia. De manifestar en público nuestro amor por personas de nuestro mismo sexo. De hacer visible nuestra sexualidad. Para divertirnos a la vez que nos manifestamos.
Son muchos y muchas los homosexuales, bisexuales y colectivos, así como empresarios y empresarias, que están en contra de esta celebración (de su parte festiva). Quieren un día del Orgullo únicamente reivindicativo, alejado del colorido, la diversión y la pluma, que se vieron en la primera manifestación de Stonewall. Como siempre, sobre gustos no hay nada escrito. El Orgullo, tal y como está planteado ahora puede gustarte… o no.
En el caso de que no te guste, no has dejar pasar ninguna oportunidad, durante el resto del año, para manifestar tu descontento con las injusticias. Si la pluma que se ve en la manifestación del Orgullo no te representa, puedes colaborar con alguno de los colectivos que hay en España para luchar contra la homofobia. Puedes ser voluntario o voluntaria para ayudar a quienes sufren de agresiones. Puedes donar parte de tu tiempo a ayudarles durante el año.
También puedes correr la voz para denunciar casos de homofobia, transfobia o bifobia. Seguro que lees noticias en blogs, diarios on line, vídeos de YouTube o incluso en Change.org que hablan de la desigualdad con la que se trata al colectivo al que perteneces. Puedes moverlas en las redes sociales. Que durante todo el año se sepa que siguen existiendo estas agresiones. Que sigue existiendo mucha desigualdad.
Pero si el Orgullo no va contigo, si los colectivos no te representa, si no quieres compartir denuncias en las redes, quizás deberías plantearte algunas cosas. Han sido muchos los que han tenido el valor de levantarse. Desde los chaperos de Stonewall, a protestantes en Rusia, o las primeras manifestaciones en España. Muchos los que no paran de luchar por nuestros derechos, por nuestra igualdad. No hace falta salir del armario para denunciar o exigir derechos. Seguro que en las redes compartes vídeos de gatos sin tener uno o criticas desahucios sin que tu piso peligre. ¿Porqué, entonces, no denunciar lo que nos afecta tan de cerca?
En Ambiente G | ¿Crees que el Orgullo Gay no te representa? ¿Estás seguro?
A mi el orgullo no me molesta por la pluma ni mucho menos, me molesta porque el orgullo tal y como está concebido en Madrid está totalmente corrompido por asociacionenes como AEGAL que es la organizadora y que tiene totalmente amordazados a los colectivos. El año pasado fue sonrojante ver como el pregón se convertía en una publicidad totalmente descarada del Shangay Pride (recordemos que Alfonso Llopart dueño de la revista Shangay está metido en todo el ajo), el mismo Llopart que hace unos años escribió un editorial en Shangay diciendo que en su opinión los colectivos LGTB molestaban en la manifestación y que el quitaría toda la parte reivindicativa para dejar la fiesta solamente.
El año del pregón de Paloma San Basilio se cambió 3 veces el contenido del mismo por considerarlo demasiado «político». La caseta de información del cmite VIH que era mítica se cambió ya hace dos años por una de turismo de Teruel, cobrán hasta 70 euros por subir a una carroza, y en los telediarios una de ese día una de las cosas que más se resalta es cuanto va a gastar cada participante y las repercusiones económicas del evento para la capital.
Dinero dinero y más dinero, consumismo, gastar… y patrocinadores. ¿Desde cuando una manifestación necesita patrocinadores? en una manifestación se sale a la calle a manifestarse, vestido como uno quiera, de darg, de mujer, de hombre, de perro, con plumas como se quiera pero se coje una puta pancarta y se va a manifestarse, con música si se quiere pero es necesario tanta cosa? estoy cansado de ir a manifestaciones y pienso que no. Por otro lado tanto AEGAL como las asociaciones que todos los años se quejan de lo mucho que les maltrata el ayuntamiento están en total connivencia con el, no hay más que leer el bochornoso artículo que la revista Shangay le dedica a Cristina Cifuentes, del PP, vomitivo. Yo mientras las cosas sigan así, que no me esperen. Reivindicaré el resto del año en la medida que pueda, y llevando una vida fuera del armario y siendo yo que es una de las mejores formas de reivindicar.
Chapó por tu comentario. ¡Muy cierto! Y sí, llevando una vida fuera del armario y viviendo es la mejor manera de reivindicarse.
Me alegro de volver a leerte, Peibols, revisé mi extinto perfil de blogger y desde ahí supe que sigues escribiendo, me alegro, a partir de ahora recuperas a un fiel seguidor que no te localizaba.
Es bueno revindicar sea cual sea la forma y luchar por nuestros derechos por la equidad de las personas, la eliminación de barreras, etiquetas, tabúes, mitos, prejuicios, etc… que tanto daño causan. Hay que luchar en contra de esas agresiones y celebrar la vida como personas, celebrar la libertad, el derecho a quererse, a expresarse e incluso a follarse…
Dan igual la pluma, la promiscuidad o las piedras que quieran usar en nuestra contra porque nadie está libre de pecados… lo imperdonable es que aún sigan lloviendo piedras y tortazos en los tiempos que corren. Arriba las personas de buen corazón con sus diferencias y sus autenticidades!!!
Bastante de acuerdo con Nanet. Huele a podrido en el ambiente, en las organizaciones, en las leyes, en los ayuntamientos, en la política, en el lobby gay, en el consumismo, en los medios de comunicación… Nada nuevo, muchos llevamos años al tanto de toda esa podredumbre pero a nuestra manera seguimos luchando, yo cada vez más feliz con mi vida y mi sexualidad indeterminada o variable y antojadiza, cada vez más feliz de ser persona y de sentirme persona.
Besos, Pei.
Lo que disgusta a la gente (sea cual sea su preferencia) con justa razón, desde mi punto de vista, es el abuso de la libertad de expresión. Vestirse como se guste es una cosa. Caminar semi desnudo (o desnudo en ocasiones) es otra. Manifestarse por las calles para mostrar inconformidad es un asunto. Reproducir música a tan alto sonido por donde se pase, sin tomar en cuenta la presencia de lugares de reposo como hospitales, es otro. Soy hombre, tengo 18 años, soy de México, me gustan los chicos y me dan ganas de participar en las marchas para no sentir que estoy solo en esto. Para decir que nada de las injusticias cometidas a personas del colectivo LGBTI me parece soportable. Pero ne detiene saber que, sin querer, estaría participando en un abuso de libertad que puede ser un arma de dos filos para quienes participan en estas faltas al catalogarse a sí mismos como «exhibicionistas», «detractores» e «irrespetuosos»; y no solo a ellos, sino al resto del colectivo al producirse la generalización con facilidad. No apoyo el favoritismo de ningún lado de ninguna forma. No estoy orgulloso de ser gay. Tampoco debería estarlo si fuera hetero. Solo debe enorgullecerme ser quien soy y que lo que hago es en pro de mi correcta formación como profesionista, novio, amigo y humano en general.
Reflexiónenlo y espero que se cree conciencia en quienes asisten a las marchas para evitar salirse del verdadero objetivo de este evento que es la lucha por una sociedad más justa para las minorías en materia sexual.
Para mí el Orgullo perdió su valor reivindicativo hace muchos años, y por mucho que se intente recuperar, creo que es imposible volver atrás.
Y respondiendo al párrafo final, aunque sea muy egoísta: porque a mí no me afecta.
No puedo juzgar ni opinar sobre el Orgullo. Nunca he podido ir porque siempre me coincide con exámenes en la universidad. He leido mucho sobre él, bueno y malo, pero hasta que no pise uno no me pronuncio, aunque sí lo considero necesario, y parece que cada vez más.
Por suerte, teniendo internet a mano y viviendo fuera del armario en el día a día, se puede aportar un granito de arena a la causa durante el resto del año.
La única forma de concienciar y revitalizar el Orgullo, es pasar del Orgullo Gaypitalista y sumarse y hacer oficial el 28J: Orgullo Crítico Transmaribolleras, no hay otra forma.