Parece que Rusia se ha puesto las pilas en lograr el trono a “país más homófobo del mundo”. Hemos perdido la cuenta de todas las malas noticias que os hemos dado desde ese país, que por supuesto no pienso visitar, pero la última fue esta misma semana a raíz de un multitudinario ataque homófobo.
Ahora, la noticia llega desde el propio gobierno, porque la cámara de diputados ha prohibido la propagada homosexual entre menores de edad, algo que ya ha sido denunciado como una violación a la libertad de expresión.
La Duma o cámara de diputados de Rusia prohibió este viernes la propaganda de la homosexualidad entre los menores de edad, una ley que las minorías sexuales consideran una flagrante violación de su libertad de expresión. Y no os creáis que la ley ha sido “cuestionada”, que no, que consiguió 388 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención. Mayoría aplastante.
De acuerdo a esta nueva ley, las personas que infrinjan esta ley podrán ser sancionadas con multas de hasta 5.000 rublos (125 euros) a las personas físicas, hasta 50.000 rublos (1.250 euros) a los funcionarios y hasta 500.000 rublos (12.500 euros) a las personas jurídicas.
La Policía debe ser la que formalice las sanciones, y el infractor debe comparecer ante los tribunales. Lo que no queda claro es qué es propaganda homosexual, lo cual deja un poco en el aire la posible mala interpretación de la ley.
Un ejemplo es el que nos da Elena Mizúlina, jefa del comité para Asuntos de la Familia, la Mujer y los Niños y diputada socialdemócrata, que pide prohibir la promoción de los valores homosexuales en lugares públicos adonde puedan acceder los menores de edad, aunque sea con sus padres, y también en los medios de comunicación, principalmente la radio y la televisión, en horario infantil.
La ley da permiso además para que el Gobierno pueda aprobar tantas leyes estime oportunas teniendo en cuenta las tradiciones y principios morales del país sobre las relaciones sexuales. Vamos, que se abre la veda a más y más posibles leyes homófobas.
La ley fue aprobada mientras en la calle, algunos representantes LGTB se manifestaban en contra. Y se lió parda. Por allí estaban también los partidarios de la ley, casi todos miembros de organizaciones ortodoxas radicales.
Allí, dos mujeres se dieron un beso y los radicales empezaron a lanzarles huevos, pintura… y a gritarles “Moscú no es Sodoma”. Muy fuerte todo.
Pues nada, personalmente, ya me ocuparé de hacer anti-propaganda a Rusia. Insisto: NO PISARÉ ESE PAÍS. Ni muerto.
Vía | 20 Minutos
no entiendo tanto odio….me supera…
Pues ya somos dos los que nunca pisaremos Rusia.