Vaya por delante que el Folsom Street Fair en San Francisco me pone tanto como una Procesión de Viernes Santo. Para los que no sepáis de qué va el Folsom Fair o Folsom a secas, como es más popularmente conocido, decir que es el mayor evento para amantes del cuero que se celebra en el Mundo. No me refiero a una feria internacional de marroquinería, sino al mayor festival de sadomaso y fetichismo.
Folsom se celebra una vez al año en San Francisco, siempre el último domingo del mes de Septiembre desde el año 1984 en la calle Folsom, por supuesto, una de las vías principales de la ciudad, entre las calles 7 y 12. ¿Número de asistentes? Alrededor de 400.000 cada año. Big Deal.
En una ciudad de algo menos de 900.000 habitantes, esos 400.000 son una revolución en la ciudad. Mejor huir de ella porque el tráfico es imposible. Las habitaciones, caras de costumbre, suben aún más de precio estos días. Musculocas, gays de vieja escuela y emos de todos los colores y aromas hacen San Francisco más gay que nunca, si cabe y todo tipo de culos hacen su Agosto en Septiembre, cuando mejor tiempo hace en la ciudad del Golden Gate para solaz de esos cuatrocientosmil gays, lesbianas y heteros, deseosos de unirse a la Disneyland norteña del morbo extremo.
En Viernes Santo, las procesiones se llenan de capirotes, plañideras perladas embutidas en paño negro y curiosos fotógrafos amateurs cargados de memoria ram para saturar luego los dorados y púrpuras con Lightroom. En Folsom, la procesión es más desorganizada, impera el negro y el piercing y la cremallera y argolla de plata en la polla. Hay pasión y divino tormento también, y mucho éxtasis, el novelero y el de sus protagonistas más atrevidos, el del que voluntariamente se somete al azote de voluntarios que con desenfado tienen ganas de hacer vibrar nalgas ajenas, el human toilet, que se presta a suplir los retretes portables si el ‘porteador’ así lo requiere, el potro de tortura light en donde el más resistente se ofrece voluntario para el mayor número de latigazos.
Cuando acaba la fiesta, religiosa y ordenadamente, a las seis de la tarde, Folsom se despide hasta el próximo año. Las calles se abren, pero la multitud encuerada se apodera de la ciudad y hacen de la densa San Francisco, San Francisco la intransitable, generando dolores de cabeza, como mínimo a aquellos que por cojones, trabajamos eventualmente en domingo. Y mientras nos duele la cabeza, echamos la culpa a un festival en gran parte protagonizado por nosotros que vende una imagen de nosotros cercana a lo más desagradable para todos los demás que año tras año deciden que Folsom podía celebrarse ‘only in San Francisco‘ donde casi cualquier cosa es posible, mucho más allá de los límites de la moral más helada.
Sin embargo, tras el mosqueo, llega la reflexión, y uno, y muchos, no sólo recordamos que cada centavo recaudado en Folsom, incluyendo el dinero de la entrada, consumiciones y pago por azotes, va destinado exclusivamente a obras de caridad, sino que en una época en que los políticos, cada vez más inoperantes, hacen cacerolada con prohibiciones y censuras, qué ironía en tiempos de democracia, en una sociedad en crisis y aterrada por temores sin cara, en una tierra en que frente a la crisis, se echan tantos en manos de las mentes más ultraconservadoras, Folsom es en realidad una luz disonante, un desafío y como desafío que es, nos cuenta que aunque el Folsom Street Fair en San Francisco nos ponga tanto como una Procesión de Viernes Santo, de ser intolerantes con él, no tendríamos que asustarnos de que parte del Mundo esté contra nosotros, por disonantes, por intransigentes, por ir mucho más allá de los límites de la moral más helada. Folsom es un traspiés honesto e inteligente a la condescendiente indulgencia. Qué bueno es ver San Francisco folsomizada.
Es un desbarajuste este tipo de eventos, pero hay que ponerle entretenimiento a la vida, eso si, con respeto y nada de enguarrinar las calles.Puede que no sea del gusto de la gente, pero para gustos los colores, porque eventos hay de todas clases y para todos.
A mi este evento me da un poquillo de asco..
Más que nada pk lo único que hace es crear prejucios.
Me parece bien que se celebre, lo que no me parece bien es lo que hacen…
A santo de que viene pasearse en pelotas, masturbarse, mamadas, etc..??
Por favor, DIME que no se masturban ni hacen felaciones en medio de la calle.
Perdon peroooooooo, y el desfile del Orgullo que? A mi me revienta que me vean como un plumero alegre, es lo unico que se vende en el famoso desfile. Tal vez sera que estoy desfasado…. Pasaros por cualquier parque o playita que lo mismo veis lo mismo en felaciones y demas…
Tampoco hay tanta diferencia que los «puritanos» que se pegan latigazos a si mismos en fiestas santas para recordar la tortura de Cristo, que a algunos le dejan cicatrices de por vida. O la tortura de llevar a los Santos por las calles, en las que si no estas muy bien preparado físicamente, te puedes lesionar (y luego el jefe que pague tu baja), o el que se pone delante de un toro para que le embista ¿cuantas muertes han habido en España por eso? Al menos esto es «sano», y yo estoy con vosotros, no me gusta, pero no lo crítico, pues no me parece mas bárbaro que otras celebraciones.
estube ayer en el folsom street fair y me parese que es un evento para jariosos es real mente asqueroso gente miando y otra tomandocelo,masturbaciones,sexo de todo real mente si seguimos con todo este tipo de eventos nunca vamos aser haceptados por la sociedad y no es por nuestra sexualidad si no por nuestro comportamiento, este estado en 2008 perdio los matrimonios gays por mayoria de votos y aunque no nos parecio justo aora entiendo por que perdimos c
Estáis cayendo en una trampa y aún no os habéis dado cuenta. Estáis tomando la entrada justo como temía que lo ibais a hacer. Os aclaro más tarde.
bueno Dan, creo que yo también voy a caer en la trampa!como no he ido no voy a decir que no me gusta, pero si tienen esas actitudes que estoy leyendo en los comentarios…sean heteros o gays pues hombre, si están en un recinto cerrado como es el caso de festivales eroticos en donde no lo ve gente que no lo quiere ver, adelante!!ahora si eso es abierto y pueden pasar que se yo…niños!pues yo me quedaría un poco traumatizada, y repito sean heteros o gays! lo que si que me parece genial es que se destine a obras de caridad!
No estoy diciendo que me guste, ojo. Tengo un día largo e infernal de cojones, pero cuando vuelva, aclaro. Igual os gusta menos pero espero que lo entendáis mejor. Un abrazo.
Dan, la explicacion porfi!!
En todas las civilizaciones ha habido festivales de transgresión en las que la gente da rienda suelta a sus instintos. En la antigua Grecia estaban las fiestas dionisiacas y menádicas en Roma las saturnalias. En nuestra cultura católica eso se canalizó a través del carnaval, en la que es tradicional que los hombres se vistan de mujer y se permiten todo tipo de actos licenciosos. Es en esta tradición en la que se imbrica el Folsom. Me sorprende lo puritanas que son vuestras reacciones hacia ese festival. Lo de mearse en la boca puede dar todo el asco que quiera pero es un comportamiento animal muy extendido. La relación entre dolor y placer es siempre complicada. El ritual sadomasoquista escenifica perfectamente esa relación.
En todas las civilizaciones ha habido festivales de transgresión en las que la gente da rienda suelta a sus instintos. En la antigua Grecia estaban las fiestas dionisiacas y menádicas en Roma las saturnalias. En nuestra cultura católica eso se canalizó a través del carnaval, en la que es tradicional que los hombres se vistan de mujer y se permiten todo tipo de actos licenciosos. Es en esta tradición en la que se imbrica el Folsom. Me sorprende lo puritanas que son vuestras reacciones hacia ese festival. Lo de mearse en la boca puede dar todo el asco que quiera pero es un comportamiento animal muy extendido. La relación entre dolor y placer es siempre complicada. El ritual sadomasoquista escenifica perfectamente esa relación.