Aunque para muchos el día del orgullo LGBTI no es necesario porque ya hemos alcanzado la igualdad, basta con echar un ojo a las páginas de sucesos para comprobar que no es así. Si ayer os contábamos un ataque homófobo en el metro de Madrid, hoy los pelos se nos ponen de punta al escuchar que un hombre ha sido acusado de torturar hasta la muerte al hijo de su novia, única y exclusivamente por pensar que era gay.
Ha sucedido en Los Angeles y aunque el acusado asegura que «solo» lo ha asesinado, las pruebas evidencian un horrible calvario previo que incluye hechos tan horripilantes como echarle spray de pimienta, comer sus propios excrementos y vómitos, apagarle cigarrillos, golpearle con un bate y tenerlo enjaulado. Finalmente, presuntamente acabó con su tortura disparándole. Esto es todo lo que ha detallado James Cermak, paramédico de los servicios de emergencias de LA County.
El chico tenía 8 años y se llamaba Gabriel Fernández y al parecer, no se comportaba de una forma suficientemente masculina. La madre está acusada de conspirar con su pareja para darle una lección, la de enseñarle a ser un hombre de verdad. Los hechos sucedieron en 2013 y es ahora cuando ambos se enfrentan al juicio. Esperemos que se haga justicia y que sea la última vez que tengamos que contar esto.
En ambiente G | Unchechen, el corto que explica en sólo tres minutos lo que es ser gay en Chechenia
Via | GayStarNews
Ojalá los frían a los dos en la silla eléctrica.
Pero que primero los torturen asta que no puedan mas. No se merecen una muerte tan simple.
He leido muchas agresiones, pero nunca de este tipo y ademas a un crio de 8 años.
Espero que los americanos demuestren sus mejores formas de torturar
y despues «nosotros» somos los «enfermos».