Absoluto mazazo el que el Parlamento ugandés ha dado a los derechos y libertades de los homosexuales. Este viernes acaban de aprobar una ley antigays que incluye la cadena perpetua para los reincidentes. Para David Bahati, el promotor de la ley, esta ley es «un voto contra el demonio y una victoria para Uganda».
La ley final, que ahora debe aprobar el presidente Yowei Museveni, no incluye la pena de muerte que hasta ahora había servido para calificarla como «ley mata gays», pero por contra han incluido la cadena perpetua, que es una muerte en vida.
«Puesto que somos una nación que teme a Dios, valoramos la vida de manera holística. Estos valores explican que los diputados adoptaran este proyecto de ley, sin importar la opinión del mundo exterior», añadió Bahati. Lamentable, no podemos decir más…
Vía | BBC News
Ala, los políticos y la sociedad ugandesa ya tiene un cabeza de turco hacia los que dirigir su odio y sus frustraciones por todos los problemas que hay en Uganda. Y hasta les impiden protestar de su situación.
Esta situación no se va a solucionar fácilmente: Cualquier presión internacional será identificada como un intromisión de países que les invadieron en el pasado o como presion del «lobby gay» y solo conseguirá que Uganda aumente la represión. Lo mismo para las protestas locales. Lo unico que les queda es cruzarse de brazos y esperar a que la sociedad empiece a aceptar (o simplemente no-condenar) la homosexualidad y puedan volver a actuar en público.