Esta mañana, cuando llegué a la oficina, Outlook me recordó que era el Día del Padre. Así es Outlook. Algunos días coge una escopeta y te dispara en toda la boca. Porque sí, hoy es el Día del Padre, pero también es el primero en el que mi padre no está para felicitarle.
A menudo contamos en este blog historias de padres que no aceptan a sus hijos por culpa de su orientación sexual. Padres a los que no les tiembla el pulso a la hora de renegar de ese que lleva su misma sangre porque lo considera indigno de su apellido. Pero la realidad es que también hay padres cojonudos que ofrecen su apoyo incondicional. Padres cojonudos. Como el mío.
Un domingo, apenas unos cuatro o cinco meses antes de irse, fuimos a dar una vuelta con el coche como solíamos hacer. Hablando de mil cosas, llegamos a la homosexualidad. A su manera y sin tener ni puta idea de lo que es LGTB, me decía que todas las personas tenían derecho a ser felices tanto si le gustaban los hombres como las mujeres, y que nadie tenía que meterse en el tema.
Esta conversación no me pilló por sorpresa. Mi padre demostró normalidad hacia mi orientación sexual desde el mismo momento en el que salí del armario. Eso sí, me encantó escuchar, a sus 76 años, cómo con apenas unas cuantas palabras era capaz de mostrar todo el respeto que tanto exigimos.
Soy un tío afortunado. Por la familia que tengo y, por supuesto, por haber tenido cerca a un hombre como él. Con el que discutía. Con el que me reía. Con el que jugaba en la cama cuando era pequeño los domingos por la mañana. Con el que caminaba por la calle con la mano en su bolsillo para que no se me quedara fría.
Estaba muy orgulloso de mí. Y lo sé. Porque me lo dijo. Estaba muy orgulloso de él. Y lo sabía. Porque se lo dije. Y nueve meses después de su partida, yo solo aspiro a parecerme cada vez más a él. Porque creedme. Era cojonudo.
En Ambiente G | La carta de un padre a su hijo gay que ha dado la vuelta al mundo
Que triste es la vida, gente tan afortunada como tú echa de menos a su padre y otros que no tienen relación por ser homosexuales tienen que aguantarlos una eternidad llena de odios. Aunque ya no puedas compartir momentos con él, seguro eres consciente de la suerte de haberlo conocido. Saludos
emotivo y merecido homenaje, el mio de una generación anterior a la del tuyo también era de este tipo de hombres y en días así me gustaría tenerlo a lado y decirle todo lo que por estupidez juvenil callé sin alegrar sus oídos que escucharon todo lo mio con gran interés por solo 40 años.
El mío también, aunque a veces sea un poco tozudo y cascarrabias. Tendré que cuidarlo bien.
Mi padre se murio cuando yo tenia solo tres años asi que no tengo muchos recuerdos de él, pero me llena el alma leer post como el tuyo, en el que un hijo expresa el amor hacia un padre que le ha dado su amor incondicional. Seguramente estaría orgulloso de ti, pero también estaría feliz de ser tu padre. Es muy probable que te parezcas mas a él de lo que tu crees. Gracias por compartirlo.
Me parece muy bonito!!! Dios me has sacado una sonrisa ahora por la mañana que era todo lo que necesitaba ahora mismo. No conozco a mi padre pero creo que no nos llevariamos muy bien en este tema de la Homosexualidad pero tengo una madre que hizo de padre madre abuela y todo lo que hizo falta para educarme y me acepta tal y como soy.
¡que bonito! es un post que rebosa orgullo y cariño 🙂
wow!!! estoy en la oficina llorando, muy emotivo el recuerdo de tu papá el mi falleció hace muchos años pero fue un gran tipo lo recuerdo con mucho cariño.
Gracias por compartir esto.
Muy linda las palabras que has vertido en este post para homenajear a tu padre.
Del mío puedo decir que a su modo me ama y a largo plazo -aún no lo sabe-, me aceptará por una de las últimas conversaciones de las pocas que tuvimos como padre e hijo. Como siempre he pensado, su infancia y su experiencia como hijo con su padre, lo hizo una persona poco apática cuando le toco el turno de ser papá, pero pudo haber sido peor.
Tu eres un tío tan cojonudo por genética. Es así.
Has hecho que se me saltasen las lagrimas, porque el mío se fue sin que se lo pudiera decir y no hay día en el que no me arrepienta. No sabes la suerte que tuviste.
me identifico contigo en eso, mi madre partio hace poco y no solo me arrepiento de no haberselo dicho, sino tambien porque nunca tuve mucha comunicacion con ella….
en cuanto al articulo me ha gustado mucho, que grandes palabras que unidos y que tios mas afortunados
Yo también he tenido mucha suerte con mi padre. Siempre ha basado su educación en el respeto y la igualdad hacia todos, sean como sean.
Todavia recuerdo cuando le dije que era gay, sus palabras fueron: mientras seas un buen hombre no me importa un carajo con quien te metas en la cama.
Una semana despues se puso a hablar conmigo de sexo, me hizo muchas preguntas acerca de nosotros, me resulto muy divertido y sin duda nunca olvidare esa conversación.
Con lagrimas en los ojos :'(
Es nuestra responsabilidad que las próximas generaciones sean al menos la mitad de cojonudas como tu padre. El mundo sería otro si todos pensáramos así.
Me encanto tu post!