La discriminación y la homofobia parece que no tiene fin en muchos rincones de nuestro planeta. En Filipinas, la coalición And Ladlad no podrá participar en las elecciones próximas elecciones de mayo del 2010.
Una decisión tomada por la Comisión Electoral a base a motivos meramente religiosos, y dada a conocer en un informe en el que hay numerosas referencias tanto a la Biblia como al Corán. En este informe, aparecen causas moralistas que rechazan la participación de un partido que lleva en sus listas gays y lesbianas que sólo buscan defender sus derechos en un país que no destaca precisamente por la integración.
En el informe, la Comisión Electoral afirma que la coalición And Ladlad, que en idiola tagalo significa fuera del armario, «expone a la juventud a un entorno que no se adapta a las enseñanzas de la fe católica». Además, la Comisión Electoral ha señalado que And Ladlad tolera la inmoralidad y ofende las creencias religiosas de la sociedad filipina.
La verdad es que no se que habrán podido ver de peligro en esta coalición LGBT, que simplemente busca la igualdad a través de una ley contra la discriminación. Un proyecto de ley, que por cierto, jamás ha podido salir adelante en las sucesivas votaciones que se han celebrado en el Parlamento en los últimos nueve años.
Evidentemente, desde And Ladlad se ha reaccionado con rapidez. Su portavoz, el profesor universitario Danton Remoto, ha explicado que la decisión de la Comisión Electoral es injusta, ya que no existe ninguna ley filipina que discrimine a los gays. Según el líder LGBT, «simplemente la ley no dice nada, somos invisibles para ella».
Por fortuna, los miembros de And Ladlad no están sólos, ya que en Filipinas también hay un sector de la ciudadanía que tiene una mente más abierta que los miembros de la Comisión Electoral.
Entre ellos, hay que destacar a la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas, un organismo que cree que el informe de la Comisión Electoral es retrógrada y discriminatoria.
También la senadora Pía Cayetano se ha posicionado contra la decisión de la Comisión Electoral, afirmando que es una decisión inconstitucional, ya que se ha violado el principio de separación entre Iglesia y Estado.
También creo que es significativo el apoyo de Raul Pangalangan, un columinsta del diario Inquirer, quien en su columna se pregunta que como es posible que la Comisión Electoral permita concurrir a un partido LGBT, mientras que permite que un general retirado al que llaman el carnicero de Mindoro y que está acusado de estar implicado en casi 200 casos de asesinatos, torturas y desapariciones. Sin duda, una joyita de hombre que jamás ha sido juzgado por sus crímenes, por su condición de militar.
Sin duda, es increíble que a comienzos del siglo XXI sucedan cosas como esta. Pero aún es más increíble que estas posturas sean avaladas por las autoridades de un país que por lo visto no sabe lo que es la separación entre el Estado y la religión, basándose en prejuicios morales y religiosos, en lugar de basarse en preceptos jurídicos o legales.
Vía I ADN
Siempre me ha parecido particularmente curioso que en Filipinas no se nos discrimine abiertamente por ser maricas o bolleras: todo el mundo sabe que lo eres y muy poca gente te hablará del asunto (y eso que son jodidamente católicos).
Es injusto que rechacen el partido por ser abiertamente gays, pero conociendo cómo es el país y su manera de vivir la política, a mí me huele más que la verdadera razón sea otra… Yo diría que el verdadero tema es puramente económico…
si es k en Filipinas sólo se mueven x el dinero… allí es todo corrupción y pobreza… k lástima!!si no les sales rentable, te eliminan. y ésto es muy cierto, sé d buena tinta k un político de la oposición fue liquidado x estar en contra del gobierno k ejercía Arroyo!! :S