Una adolescente, llamada Belinda Allen, se ha suicidado en Inglaterra porque sus compañeros la acosaban, la llamaban lesbiana y se reían de sus vestidos.
Después de soportar más de un año de acosos, Belinda se colgó con una bufanda de un árbol situado a la entrada del club social.
Algunas compañeras de clase de Belinda han admitido que sabían que la estaban acosando, pero no creían que esto le sentara tan mal porque siempre se la veía feliz.
Pese a que, en rigor, ignoramos si la pequeña era o no lesbiana, es una nueva oportunidad para recordar que las cuotas de suicidios adolescentes en el colectivo GLBT son alarmantes, por esta razón existen grupos de apoyo como el Trevor Project.
Es una lástima que nadie se diera cuenta de lo que la estaba pasando.