No hace muchas semanas informábamos en este mismo blog sobre las amenazas de carácter homófobo que había recibido el escritor Alicantino Carlos Ríos por haber escrito una novela que narra la historia de amor entre dos hombres.
Y parece ser que de las amenazas, los agresores han decidido pasar a la acción. Según el propio novelista, que ha denunciado ya los hechos ante la Policía Nacional, dos individuos le agredieron en Alicante, concretamente en los alrededores del estadio de fútbol Rico Pérez. Tras abordarle, el escritor recibió un empujón contra la pared y le pasaron un cuchillo sin filo por la mano.
Ates de ser golpeado contra la pared, los asaltantes le gritaron a Ríos que se había escondido bien, y que lo habían tenido que estar buscando. En el momento de la agresión el escritor se dirigía a su antigua casa para recoger algunas cosas, ya que se había tenido que mudar después de que en su ascensor apareciera un “punto de mira”.
Esta es la quinta denuncia que presenta el escritor ante la Policía Nacional.
Vía I Europa Press
En Ambiente G I El escritor Carlos J. Ríos presenta la tercera denunia por amenazas por escribir una novela gay
A mi, sinceramente, esto me parece algo personal y que no tiene que ver con el libro. Si existiera algún grupo radical que estuviera en contra de esta clase de literatura, habrían amenazado a más escritores, no solo a este. Además de que me parece absurdo, porque hay libros que no me gustan y no por ello amenazo a los escritores.
Está visto que en este país las denuncias no sirven para nada… Van por cinco y no creo que la policía haga nada para detener a los tipos esos. Sólo espero que no acabe el asunto en algo peor, porque está claro que van a por él…
Lo que a mi me gustaría es, que si no se trata de algo personal como bastantes personas creen, que los agresores homófobos un día se enfrentaran a un homosexual que resulte ser profesor de kárate, judo, lucha libre o algo así… se le iban a quitar las ganas de estar fastidiando a los demás de inmediato. Pero claro, si el agredido se convierte en agresor al defenderse, y los agresores denunciaran, iba a ser el atacado el que sería capturado por la policía y juzgado. A la Justicia de España se le ha caído la venda.
Si yo fuera él me sacaría el permiso de armas y le reventaría la cabeza a balazos a esos cerdos.