Cosme Pérez, alias Juan Rana, fue un afamado bufón entremesil, una verdadera estrella del teatro. Protegido por la casa real, Cosme Pérez no sólo burló a la inquisición, sino que aprovechó el aura de su sexualidad ambigua para hacer papeles de mujer en el escenario.
Tuvo una larga y triunfante carrera desde principios del XVII hasta 1672, uno de los períodos más importantes en la Historia de España y la época de mayor brío para el teatro peninsular.
La gran popularidad de Juan Rana no se limitó al populacho que asistía a las representaciones teatrales, sino que la clase noble y la monarquía desde su posición de poder le aplaudían, estimaban y patrocinaban. No es sorprendente, pues, que muchas de sus actuaciones fueran de petición real.
La última actuación de Juan Rana fue así precisamente. «El triunfante Juan», un entremés escrito por Pedro Calderón de la Barca incluido en su Fieras afemina amor, el actor se representa a sí mismo de forma enredada y sumamente laudatoria.
El entremés en su totalidad representa una celebración pública y real del enorme talento y la extensa y célebre vida del actor y es en esta obra donde Calderón le proclama el mejor cómico del teatro español.
El hispanista canadiense Peter E. Thompson investiga la increíble peripecia vital del cómico conocido como Juan Rana y cuestiona tópicos sobre la intolerancia de la sociedad española bajo los Austrias en su libro «The Triumphant Juan Rana: A Gay Actor in Spanish Golden Age Theater», obra editada por la Universidad de Toronto.
Vía | El Mundo