Oscar Wilde fue en vida, y luego gracias a su legado, posiblemente el escritor más grande de la Historia de la Literatura Inglesa tras William Shakespeare.
Adorado y temido por la sociedad de su época, se vió sin embargo sepultado en vida por las leyes que regían la misma, cuando el autor de ‘El retrato de Dorian Gray’, ‘Salomé’ y ‘La importancia de llamarse Ernesto’, fue condenado a prisión por amar a otros hombres. Tras salir de la cárcel en 1897, un Wilde asqueado por la hipocresía británica y físicamente frágil, abandonó su país rumbo a la Europa continental, donde a los 46 años, tras sólo tres en libertad, falleció.
Su cuerpo fue enterrado en París. Y desde entonces, su tumba, presidida por un ángel esta vez no asexuado, ha recibido incontables visitas que cada año pasan a rendir tributo al Autor y Mártir. En esa tradición, los peregrinos, con los labios manchados de carmín, besan su tumba, habiendo dejado, después de alrededor de un siglo, un mosaico variable, que ha ido cambiando a medida que el número de besos aumentaba o que sucesivas labores de limpieza, hacían desaparecer una capa anterior. Esa declaración física de amor a Wilde ha pasado a ser, sin embargo, recientemente, censurada.
Cuando se cumplen 111 años del fallecimiento del artista, su tumba parisina va a ser ‘vallada’ con una pared de cristal para evitar ser besada de nuevo.
La decisión ha venido de las manos no sólo de las autoridades que custodian el cementerio, sino sobre todo de su familia, en concreto de su nieto Merlin Holland (Wilde estuvo casado con una mujer y tuvo descendencia), quien ha dicho que las sucesivas limpiezas de la superficie del mausoleo para limpiar las ‘muestras de afecto’ se han convertido en un serio problema, ya que ‘desde un punto de vista técnico la tumba está cerca de sufrir un daño irreparable’.
El cementerio Père Lachaise, uno de los más antiguos de los existentes en París y el mayor de ellos, cuenta entre sus ‘huéspedes’, con nombres tan ilustres como Honoré de Balzac, Georges Bizet, Frédéric Chopin, Maria Callas, Marcel Proust, Edith Piaf o Jim Morrison. Siendo así, no sorprende que sea uno de los más visitados del mundo, por amantes de la música clásica y moderna, la literatura, la pintura y cualquier otra forma de representación artística. Numerosas muestras de sincero afecto de seguidores de grandes nombres que construyeron nuestras historia en los últimos 200 años forman parte de su estética.
De flores frescas, notas de amor y besos que nunca quedarán marchitos está el camposanto lleno. Aún atendiendo y entendiendo los fríos tecnicismos expuestos por la familia de Wilde, queda suspendida en el aire la pregunta de si a Oscar le hubiese gustado censurar así el amor de sus seguidores, condenándole a él, de nuevo, esta vez, a cadena perpetua, por mucho que las paredes de su celda vayan a ser ahora de cristal.
Via I ABC News
Conociendo a Oscar Wilde igual no le habría hecho ni gracia que besuquearan su tumba.
Desgraciadamente nada es para siempre y la piedra se acaba desgastando.
Debo reconocer que cuando empecé a leer el articulo creía que se trataba de alguna artimaña homofóbica, hasta que he continuado leyendo. Si se trata de preservar por los siglos de los siglos (amén) el estado de la tumba, me parece perfecto que le pongan una valla de cristal. El amor hacia una persona se puede manifestar de muchas maneras.
Ahora tocará besar el cristal, que las huellas de labios quedan muchísimo mejor y son fáciles de limpiar, donde va a parar!
No creo que Wilde se fuera a molestar porque ya no puedan «imprimir» mas besos en su tumba. Yo creo que se molestaría si le dejasen de visitar, con eso es realmente suficiente y si le quieren dejar una hermosa rosa blanca ya sería un lujo…
Mis respetos a esa genialidad que en vida fue Oscar Wilde.
Me recuerda que en ese mismo cementerio hace tiempo que vallaron la tumba de Jim Morrison para que dejaran de hacer grafitis.
Pues yo ya dejé mi beso hace unos años jiji. A mí me parecía muy romántico, y una tradición….pero bueno tb entiendo a la familia.
Me parece lógico aunque quedará frio, no sé, es una lástima que no se pudiera poner un cartel y la gente lo respetara