Sabido es que hay por ahí más de un maniático convencido de que todos los ingleses de clase alta son gays. Pues bien, leyendo la autobiografía del escritor Evelyn Waugh –que contra toda apariencia era un hombre y no una mujer- he encontrado algunos párrafos que resultan enormemente significativos sobre la cuestión, especialmente por haberlos escrito, con absoluta naturalidad, un caballero inglés de principios del siglo pasado.
Por ejemplo, Waugh escribe hablando de sus condiscípulos de secundaria: “Muchos de los chicos mayores, por otra parte, estaban enamorados unos de los otros, o bien de alguno de los pequeños…Yo fui susceptible a la belleza de algunos quinceañeros, pero nunca fui victima rendida de las grandes pasiones que inflamaban y torturaban a la mayoría de mis amigos”.
También se refiere a los profesores: “la mayoría de los profesores buenos –y supongo que también las profesoras de los colegios de señoritas- son de tendencia homosexual; de lo contrario, ¿cómo iban a soportar un trabajo así?”.
Da qué pensar ¿no? Por cierto, no consta lo más mínimo que Waugh fuera gay: se casó dos veces y tuvo varios hijos.
El Libro | Una educación incompleta
Señor, señor, señor… que diran a esto los que se oponen a que se imparta la asignatura de Educacion en la Ciudadania? Que los profesores tienen que ser curas para evitar esto? Ah, no, que más del 80 % de los curas es homosexual (mi suegra dixit, que a mi novio cuando se enteró de lo nuestro le dijo «hijo, métete a cura»)