Continuamos nuestra serie dedicada a los gays más influyentes con el escritor japonés Yukio Mishima, uno de los escritores japoneses de mayor fama mundial, y autor de obras de marcado carácter homosexual como Confesiones de una máscara o El Color Prohibido.
Nacido en Tokio en 1925, la vida de Mishima discurrió entre la fascinación por la muerte, la frustración por vivir en una sociedad a la que consideraba decadente tanto moral como espiritualmente y su lucha interior por aceptar su homosexualidad. Mishima era, en definitiva, un romántico que iba contracorriente.
Tabla de contenidos
Sus primeras obras
Ya con 12 años, Mishima escribía sus primeras historias, a la par que devoraba obras de los escritores clásicos japoneses, y de autores como Oscar Wilde. Una época en la que no fue precisamente féliz, ya que era un adolescente frágil y pálido, muy influenciado por su abuela. Una mujer que prohibía a Mishima que jugase en la calle a la luz del sol o que practicase algún deporte.
Y la influencia de su abuela fue negativa para el futuro escritor, la de su padre tampoco lo fue mucho más, ya que durante años le prohibió escribir. De hecho, Mishima escribía en secreto por las noches, protegido y ayudado por su madre.
Tras la época colegial, y tras haber publicado su primera obra en 1944, un relato llamado El Bosque en todo su esplendor, Mishima fue a la Universidad de Tokio, graduándose en Derecho en 1947. Tras su graduación, Mishima comenzó a trabajar como oficial en el Ministerio de Finanzas del Gobierno japonés. Un trabajo que le duraría un año, ya que angustiado y agotado, tuvo que dejarlo para dedicarse finalmente, a la que sería su gran pasión, la literatura.
Confesiones de una máscara, una obra autobiográfica
La primera novela de Mishima fue Ladrones, publicada en 1948. Aunque la novela que le dio el éxito con tan sólo 24 años fue Confesiones de una máscara, una obra autobiográfica en la que un joven homosexual debe enmascararse para vivir con “normalidad” en la sociedad de la época.
Es en esta novela donde Mishima confiesa que se despertó al goce sexual con una imagen del martirio de San Sebastián. Una imagen que le atrapó y que le llevó a erotizar a la muerte, ante la visión del santo asaetado, lleno de heridas y de sangre. Precisamente, las visiones de torsos desnudos de jóvenes bien formados haciéndose el hara-kiri le perseguirán durante toda su vida.
Nominado al Premio Nobel
Posteriormente, y gracias a su trayectoria y a su difusión internacional tanto en los países europeos como en América, fue propuesto hasta tres veces para el Premio Nobel de Literatura. Un galardón que jamás consiguió, según las malas lenguas, por su ideología fascista.
Su orientación sexual marcó de una forma determinante su vida, y por supuesto, su obra, por las profundas contradicciones que sentía en su fuero interno. Parece ser que aunque en Japón visitó algunos bares gays, sólo mantuvo relaciones sexuales con hombres cuando viajaba al extranjero.
Su muerte
Su vida, marcada también por la fascinación por la muerte, tuvo un final digno de la vida que había llevado Mishima, suicidándose en un cuartel militar. Concretamente, el 25 de noviembre de 1970, Mishima visitó, junto a cuatro compañeros de la Tatemokai (una milicia privada formada por jóvenes patrióticos que supervisaba el propio Mishima) al comandante del Campamento Ichigaya, el cuartel general de Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, unas fuerzas a las que se había alistado en 1967.
Precisamente, justo antes de su visita al cuartel, Mishima había terminado el libro final de su tetralogía El mar de la fertilidad, una obra compuesta por varias novelas, Nieve de primavera, Caballos desbocados, El Templo del alba, y La corrupción de un ángel. Los estudiosos consideran estas novelas como el legado moral de Mishima a la sociedad japonesa, una sociedad a la que como ya he dicho, consideraba decadente.
Tras acceder al cuartel, los cuatro compañeros cerraron el despacho instalando barricadas, ataron al comandante en su silla, y salieron al balcón, lugar desde el que Mishima dirigió a los soldados que había en el campamento un manifiesto con el objetivo de que dieran un golpe de estado y devolvieran al emperador al lugar que debería ocupar. Una petición que iba en consonancia con sus ideas patrióticas y de vuelta a la virtuosidad del Japón imperial.
Pero Mishima no consiguió de ellos más que burlas y gritos. Una situación que le llevó a suicidarse allí mismo mediante una técnica ritual que finalizaba con la decapitación. Pero parece ser que el propio Mishima sabía que la revuelta jamás tendría éxito, ya que estuvo preparando su suicidio durante un largo año. De hecho, su amigo John Nathan cree que el intento de revuelta fue un mero pretexto para suicidarse.
En Ambiente G I El Color Prohibido
Me ha quedado la sensacion de que era un poco raro, no se pero tantas restricciones familiares, no creo que le sentaran bien a su carácter.
Mishima era un genio. traumatizado pero un genio.
Un detalle cuando era joven era muy escualido casi esqueletico,creo que ni le dejaron entrar en el ejercito por su salud, con el paso de los años consideró que ese cuerpo no era merecedor de su grandisima inteligencia por lo que se dedico en cuerpo y alma al culturismo cuando una editorial solicito que fuera la foto de portada para un libro de culturismo en Japon lo consideró como un grandisimo honor. Mientras tanto escribia novelas para el gran publico, novelas para la intelectualidad, representaba teatro etc etc etc
La muerte de mishima estaba absolutamente preparada desde casi su adolescencia. Su fascinacion por el harakiri o mas correctamente hablando sepukku era conocida ademas se forzo a trabajar para terminar ultimo libro y entregarselo al editor antes del gran dia aparte del dinero para la defensa de los que iban a sobrevivir.
Algunos piensan que no queria hacerse viejo y preferia morir en la cuspide.
Decir que estaba casado y con un hijo por supuesto pareja concertada segun costumbres japonesas. y su pareja real fue uno de los que le acompaño durante el acto teatral del suicidio..
Hay grandioso libro sobre mishima «Mishima, o el placer de morir,» escrito por Juan Antonio Vallejo-Nágera.
Concuerdo con Placeres, Mishima era un genio, uno de los más grandes genios que ha dado la literatura y frente al cual hasta los más grandes escritores han brindado su reverencia. Yourcenar, por ejemplo, siendo la que fue, se inspiró en él para realizar el hermoso libro: «Mishima o la visión del vacío». Estaba obsesionado con la masculinidad, la virilidad, la fuerza, el vigor y el cuerpo de los hombres; para nada fue el genio caprichoso y «afectado», tipo Capote. Al contrario, cultivó su cuerpo en tanto a través de él honraba su masculinidad y virilidad. Si era «un poco raro»… eso no importa, tampoco importa si su familia era funcional o no: los genios no se explican por su familia, sino por su capacidad de darse forma a sí mismos. Por lo demás, sólo los que no son «raros» son normales, y normal es igual a la norma (nada que desear, nada para diferenciarse). Saludos