‘Abnocto‘ ha conseguido ver la luz. El disco de Monarchy dependía del compromiso de los fans. A través de la página web Pledger (tipo KickStarter o como si fuera un crowdfounding) el dúo británico ofrecía su segundo álbum. Si se conseguía el objetivo, el álbum salía la venta. Y lo han conseguido y superado.
Tras su paso por Barcelona y Madrid (en breves tocarán en Elche) pudimos oír parte de lo que había sido y de lo que sería ‘Abnocto’. Un disco electrónico, sintetizado, metalizado pero con sentimientos de por medio. El sonido del futuro ya está aquí y viene de la mano de Monarchy.
Ra Black es el cantante del grupo. Andrew Armstrong (que salió del armario el año pasado) es el productor y encargado de los sintetizadores y de la voz robotizada. Ambos se fusionan a la perfección y hacen de este disco uno de los más interesantes, en lo que llevamos de 2015.
ABNOCTO
El álbum abre con ‘Living Without You‘ una canción de ánimo a la pareja a la que acabas de dejar. Es la presentación de lo que será el sonido: empieza tranquilito, da paso a un estribillo a base de vocoder y sigue con un ritmo más animadillo. ‘Dancing In The Corner’ podría ser como el himno gay del synthpop. Una canción de enfrentarte al mundo que te marca unas leyes que no quieres seguir, que decides bailar a tu rollo dándoles la espalda a quienes no te entienden.
‘The Dream’ es una interlude hablado que da paso a ‘It’s All I Know’, un tema que abusa del vocoder y que tiene una base de estas que te dan ganas de levantar los brazos en la pista de baile. A partir del minuto 3 se convierte en una melodía amable y bailable. ‘Falling In Love With A Memory‘ roza más el pop, siendo una de esas canciones de amor en tercera persona.
Uno de los growers del disco es ‘Almost Human‘. Una balada electrónica minimalista. Una historia de amor preciosa de cuando quieres tanto a alguien que hasta de hace sentir casi humano. No hay nada como una buena historia de amor entre robots. Ahora llega la parte más guay del disco que empieza con el ‘Disintegration’ de Dita Von Teese un tema en toda regla que unifica la sensualidad de Dita con la electrónica de Monarchy.
Le sigue ‘Black Widow’, tema que tendrá vídeo con Dita Von Teese, dada la buena relación entre el dúo y la diva del burlesque. Otra canción de estimulación y corage para la ruptura. El silbidito inicial de ‘The Beautiful Ones‘ marca la positividad del tema. Aquellos que tienen belleza interior, que brillan con luz propia, tendrán mucho más amor que aquellos que son grises.
‘Fractured World’ es el tema más rockero del disco. Rockero dentro de la electrónica, claro. También es el más largo del álbum. Es una evolución de sonidos en la producción que lo hacen experimental. El segundo y último interlude del disco es ‘The Ware’ que da paso a ‘Like A Soldier’, último tema del disco. Es muy íntimo, casi acústico. Un buen cierre.
El disco tiene un nas cuantas bonus tracks. ‘Cherry Moon‘ es un tema basado en 8-bits. Divertido, pegadizo… vamos, bubblegum pop sintetizado. ‘Promised Me Sunshine’ es un tema más oscuro que acompaña al desamor. ‘Metropolis’ son siete minutos de futuro, de oscuridad a lo Blade Runner. Una cosa tan loca como efectiva y muy hipnótica.
‘Two People Talking’ vuelve a la oscuridad de la melodía y de la voz. Enlaza bien con ‘Perigee Moon‘ que es la última canción inédita como tal. Luego vienen tres versiones en direco. ‘I Won’t Let Go’ y ‘Maybe I’m Crazy’ en París y ‘Living Without You’ en Barcelona.
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