El Q1, como lo llaman los angolsajones y que tantos post da en Pop!Justice, es lo que vendría siendo el primer trimestre del año. A nivel de lanzamientos suele ser flojo y se le conoce más como la época en la que los grupos anuncian próximos álbumes, más que lanzarlos. Pero en España nos gusta ir al revés.
El Q1 marica español lo ha petado, literalmente. Si Malú saca un disco antes de que acabe marzo, tendremos el primer trimestre más gayfriendly. Tras el lanzamiento del arriesgado pero cuasiperfecto «Lubna» de Mónica Naranjo, le ha llegado el momento a «Canciones para robots románticos» de Fangoria.
Canciones para robots románticos
Vale, si eres fans(fatal) de Fangoria de puedes saltar este post, porque ya lo sabrás. Fangoria tienen la teoría de trabajar con el mismo productor un máximo de tres álbumes. Lo cual hace que si te gusta mucho un productor, tienes tres discos de Fangoria que te encantarán. El dúo formado por Nacho Canut y Olvido Gara suele tener un fuerte sello, que hace sus temas reconocibles. Bien, ese sello se mantiene, a nivel de letras en «Canciones para robots románticos».
A nivel sonoro, hay que decir que Guille Milkyway ha eclipsado a estos supervivientes de la movida madrileña en «Canciones para robots románticos». Los temas producidos por La Casa Azul suenan tanto a La Casa Azul que si le aceleras el tono a Alaska, fijo que suena cantado por Guille (como es coña de acelerar los temas de Rick Astley para que suene como si los hubiera cantado Kylie Minogue y al revés).
Esto, que podría ser una crítica, no lo es. Si te gusta La Casa Azul y te gusta Fangoria, te encantarán estos temas. Porque tiene el efervescente sonido de La Casa Azul con las megadramáticas y enrevesadísimas letras de Nacho Canut. Trabalenguas imposibles. Todo esto acompañado de miles de referencias pop.
La parte de Jon Klein em «Canciones para robots románticos» es mucho más oscura en el sonido. Y hace que el subidón inicial que te provocan «Geometría Polisentimental» y «Fiesta en el infierno» acabe en una ruptura elegante con «Larga vida y prosperidad». Es un viaje, como otros tantos de Nacho Canut en los habla del desamor, de las rupturas, del despecho, de los subidones (amoros o con sustancias, según la lectura que le quieras dar) y un tema recurrente como son las mariquitas malas (que ya tocaron en «Criticar por Criticar» y «Las Walpurgis»).
«Canciones para robots románticos» es uno de los mejores discos de Fangoria, no cabe duda, pero te quedas con la sensación de si no hubiera sido más acertado hace sólo un álbum con La Casa Azul y luego otro con Jon Klein. O si esto son descartes de «Cuatricromía». Sea como sea, es un discazo que se deja escuchar y que tiene un par de temas que podrán sonar durante mucho tiempo en discotecas.
De las (des)afortunadas declaraciones que tanto Alaska como Nacho Canut van dando en diferentes medios no hablaremos (cada cual que lea, valore y juzge) porque lo interesante del dúo es su música más que sus opiniones en según que temas.
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En Ambiente G | ‘Cuatricromía’ de Fangoria: línea argumental sonora bien enlazada
Esto si es una crítica musical y no otras que se leen por ahí. Fangoria son arte y estilo. Y punto.
Brava Peibols!