El italo-disco fue un sonido que empezó en 1976 y que tuvo su momento álgido hasta los 80. Allí pasó a segundo plano o evolucionó al Italo NRG, acelerando el italo disco y dándole toques house. DJs y productores italianos y alemanes, principales referentes de este sonido, dieron paso al eurobeat o eurodance. Este sonido se caracteriza por sonar a futurista, bien de sintetizadores y de vocoders. Así es el sonido de «Oblivion» el último disco de Kristian Conde.
Kristian Conde lo petó en los 80 con el tema «Dolce Vita» (nada que ver con Soraya Arnelas) un tema que suena a Stock, Aitken & Waterman. Pero desde los 80 ha llovido mucho y la música ha ido evolucionando. Kristian ahora se ha acomodado en el synthpop, sin perder ese toquecillo ochentero.
«Oblivion» sale hoy a la venta. Siete temas de pop electrónico minimalista y futurista. El tema que da título al disco recuerda esas noche de neón. Es el temás bailable del disco. ‘Jungle Life’ tiene ese toque melancólico que podemos encontrar en algunas canciones de Annie. Debe haber una especie de ley no escrita que obliga a hablar de las luces de la ciudad cuando haces un disco electrónico. Así que en este disco tenemos «City Lights«, que suena muchísimo a Scissor Sisters.
El sonido es muy «Night Work», salvando las distancias. «Another Age» también tiene como ese toque que tenían algunos temas de «Magic Hour». «Voices» levanta un poco el ritmillo del disco. PAra ir cerrando, «Desire», que es un dúo con Linda Jo Rizzo que empieza con ese pianillo tan 90s para deribar al electro-pop. Y el EP acaba con «I can’t make you love me», una almost-ballad electrónica. Que no está mal, pero prefiero los discos que acaban con un mega subidón que te dejan con ganas de más, la verdad.
Web | Kristian Conde
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