Los conciertos de Kylie Minogue son una fiesta. Fiesta de pop, fiesta de historia del pop. Singles que llevan sonando en discotecas desde los 80s. Y que se han convertido en la banda sonora de muchas noches por el ambiente gay cualquier ciudad.
El pasado 24 de septiembre se inició en Liverpool la gira Kiss Me Once Tour. Tras el DJ telonero llegó la primera sorpresa de la noche. Kylie y el productor Fernando Garibay presentaron el corto «Sleepwalker» en el que se oyeron tres temas inéditos de la artista australiana (temas que ya se pueden descargar de Soundcloud). Y una vez más nos preguntamos qué filtro se sigue para meter algunos temas en el álbum y dejar otros fuera.
Tras unos minutos musicales más se inicia la gira. Sigue el rollo de gotas de lluvia de la portada del disco y comienza la sección First Kiss con frases de ‘Breathe’. En un escenario más que sencillo vemos al cuerpo de baile preparado. Y contra todo pronóstico, Kylie emerge del suelo. En unos labios gigantes e iluminados canta ‘Les Sex’. Vestida de rojo y sexy al más puro estilo Minogue. Le siguen ‘In My Arms’ y la maravillosa ‘Timebomb’ en la que ya se ve claramente las referencias a Dalí. Tras ‘Sexy Love’ le toca el turno a ‘Wow’ y ya se acaba el primer acto.
Secret Kiss empieza con el interludio de ‘Chasing Ghosts‘ otro tema inédito. En esta ocasión son los bailarines, y en especial Skorpion, quienes dan paso a un vestuario y unas proyecciones dignas de Pet Shop Boys en la era Very/Bilingual. Y aparece Kylie cantando ‘Step Back In Time’ y se marca un homenaje a si misma con el cuello y corbata del vídeo ‘Shocked‘. Incluso se atreve a recuperar la coreografía original para interpretar ‘Spinning Around’. Sorprendente y electrónica, Andersson ha conseguido darle un toque muy PSB a ‘Your Disco Needs You’. Como no, del Light Years no puede faltar ‘On a Night Like This’ en cuyo final se muestra el espectacular trabajo de iluminación con láser que hacen que un escenario sencillo pase a ser increíble. De nuevo con el contorsionista Skorpion, Kylie interpreta ‘Slow’ en su versión normal para acabarla con el remix de Chemical Brothers.
LOVE it when I turn up for work and THIS is there!!! #KissMeOnceTour pic.twitter.com/UwHTE8T4Cb
— kylie minogue (@kylieminogue) septiembre 25, 2014
En Dizzy Kiss, Kylie rememora el sonido de los 80 con un medley prácticamente perfecto. Una breve intro de ‘Enjoy Yourself’ en la que vemos a las bailarinas al más puro estilo Barbie y Kylie con un camisón gasa rosa mientras canta ‘Hand on Your Heart’. Al pasar a ‘Never Too Late’ se quita el camisón mientras las bailarinas hacen de amas de casa. Una pieza del vestido menos y se vuelve al escenario fotográfico de ‘Got to Be Certain’ mientras van desnudando a los dos bailarines. Para acabar este medley nada mejor que ‘I Should Be So Lucky’ con Kylie metida en una bañera. Destacar muy encarecidamente el pechazo peludo de Ben Akl.
Momentazo. Todo esto acompañado de unas proyecciones brutales de la mano Chandelier. Espero que vengan como extras en el blu-ray.
La parte más sexual del concierto es Lick Kiss. Con el previo de ‘Skirt’ todo se vuelve más oscuro, más de cuero. Sobre una mesa aparece Kylie que canta, nada más y nada menos que ‘Need You Tonight’ de INXS. Con esto Kylie deja claro de qué ex novio se acuerda más y cierra un círculo que ya iniciase Michael Hutchence con ‘Suicide Blonde‘.
La puesta en escena de ‘Sexercize‘ es similar a la del vídeo. Y de un plumazo se quita de encima dos de los temas favoritos del público británico general: la incansable ‘Can’t Get You Out of My Head’ y ‘Kids’.
El Aussie Kiss trae a Kylie descalza y en un vestido vaporoso para interpretar el infumable ‘Beautiful’. Sí que es verdad que el tema gana en directo, gana en acústico y gana sin Enrique Iglesias pero hay temas que han quedado fuera mucho mejores. El que por suerte sí ha llegado al directo ha sido ‘Kiss Me Once’. Tema que da título al disco.
Un cambio de vestuario para salir vestida de blanco y negro (o papel Albal y negro charol), con un tocado que ni María Jiménez. Así vestida y con el cuerpo de bailarines vestidos de los 80 llegan ‘Get Outta My Way’ y la versión actualizada de ‘Love At First Sight’. Ya sola en el escenario, Kylie se ofreció para cantar cualquier canción pero acabó haciendo subir a un fan con el que cantó ‘Especially for You’ acapella. El acto acabó con ‘All the Lovers‘ con unas proyecciones de mapas del mundo e ilustraciones de parejas gays y hetero, con palabras de igualdad y amor.
El evidente encore y cierre lo pone ‘Into the Blue’, con Kylie muy guapa con un mini vestido denim con brillos y gasas.
Este show es uno de los mejores de Kylie, en cuanto a coherencia. El set list, para mi gusto, es casi perfecto. Deja de lado temas que hemos oído en giras anteriores, como ‘Confide in Me’ o ‘Better the Devil you know’. El vestuario es más que correcto, William Baker no metió ningún tocado denunciable y ella estaba más que guapa.
Sí que es verdad que Minogue no arriesga mucho y hace lo que mejor se le da como mejor se le da. Los mayores subidones los gasta al inicio y con el medley y se echa de menos un final más espectacular, pero de todas formas, la intérprete de ‘I Was Gonna Cancel’ (single ignorado en esta gira), ofrece más de dos horas de entretenimiento pop.
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Imágenes | Facebook SayHey © Ken McKay/ITV/REX
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Pues que queréis que diga: que empalaga tanta benevolencia. Una mezcla de Madonna trasnochada y poco creible (para creerse el rollo sado/cuero hay que estudiar más a la Ciccone y poner más convicción) con Norma Duval artrítica.
Madonna, madonna, madonna… no sé quién es más cansino, si ella o sus fans. ¿Empalaga no ser una diva a la que sus fans le regalan flores y ella dice que ODIA ese tipo de flor y la tira? A lo mejor es que ha tenido un cáncer que le ha puesto los pies en la tierra y le ha enseñado el significado de la palabra HUMILDAD y no pierde el tiempo en batallas absurdas que son directamente creadas por las fanbases o la prensa. Si te refieres a eso, sí, kylie tiene una benevolencia empalagosa que es lo que le hace precisamente mejor persona que Madonna, que ya quisiera cantar en directo como lo hace la señorita Kylie.
Ahora para creerse el rollo sado/cuero hay que estudiar a Madonna, vaya por dios. Ahora resulta que la abuela inventó también el BDSM.
Os han repetido demasiadas veces eso de que «madonna es original», cuando es el mayor remix de la historia con una suerte irrepetible a lo largo de su trayectoria al tener que competir solo con one hit wonders.
Que la otra se quede con 80 bailarines, 5 pantallas de nosecuántos metros de alto y el playback que le hace más falta para enmascarar todas las carencias que siempre ha tenido y tendrá.