Estas semanas están siendo fatídicas para mucho hombres con poder en Hollywood. Fatídicas para ellos, reveladoras para el resto del mundo y probablemente liberadoras para sus víctimas. Todo empezó con una larga lista de mujeres, muchas de ellas actrices, que acusaron al productor Harvey Weinstein de abusar de su posición para propasarse con ellas. Las historias de Weinstein no hicieron más que encender la flama y muchos otros han sido acusados: el fotógrafo Terry Richardson, el actor Dustin Hoffman,
políticos de la Unión Europea, y más recientemente el actor Kevin Spacey.
Kevin Spacey, en una maniobra nada elegante, intentó esquivar el escándalo diciendo que estaba borracho y que era gay -como si ser gay fuera una excusa-, pero el problema se ha agravado en las últimas horas puesto que más hombres lo han acusado de abusos.
El director Tony Montana ha acusado a Kevin Spacey de magrearle el paquete y perseguirlo hasta los baños del bar en el que estaban. Tony Montana tenía más de 30 años cuando esto sucedió, pero reconoce que lo marcó y que sólo ha sido capaz de decirlo públicamente después de las alegaciones de Anthony Rapp, el primer hombre que acusó a Kevin Spacey de abuso.
Pero no es el único caso que ha salido a la luz, el actor mexicano Rob Cavazos dice haber tenido encuentros poco agradables con Kevin Spacey y, que si hubiera sido mujer, claramente los habría clasificado como acoso.
Daniel Beal era un barman de 19 años cuando presuntamente Kevin Smith le enseñó el pene en público e intentó que se lo tocara, luego lo intentó callar regalándole un reloj de 5.000 euros.
Lo bueno -si es que se puede decir así- que ha tenido el caso Weinstein, y todos los que le han seguido, es que por fin estas conductas de depredador están empezando a tener sus consecuencias. No como Roman Polansky, que lleva 40 años evitando la justicia por la violación de una menor de 13 años de la que se declaró culpable. Polansky ha seguido con su vida sin pisar la cárcel y recibiendo premios por su obra, algo que parece que no sucederá con estos nuevos casos.
La producción de la última temporada de House of Cards está suspendida hasta nuevo aviso.
— Netflix LATAM (@NetflixLAT) 31 de octubre de 2017
Por el momento, Kevin Spacey ya no recibirá el Emmy honorífico que le habían otorgado, y Netflix ha paralizado la producción de la última temporada de «House of Cards«.
The International Academy has announced that in light of recent events it will not honor Kevin Spacey with the 2017 Intl Emmy Founders Award
— Intl Emmy Awards (@iemmys) 30 de octubre de 2017
El feminismo y otras minorías, como las personas LGBT, están ayudando a señalar y erradicar este tipo de comportamientos de la sociedad. Por el camino veremos a muchas masculinidades sufrir y quejarse por la pérdida de estos privilegios, pero al final del recorrido tendremos un mundo mejor en el que nadie podrá pasarse 30 años siendo un depredador sexual sin que nadie lo cuestione.
En Ambiente G | ¿Qué pasa con Kevin Spacey?
el hecho de que fuera gay no lo puede utilizar como excusa, lo de borracho si y no le estoy defendiendo, pero digo yo que si acosa a un hombre siendo hombre, esta claro que o es bisexual o es gay…
Sinceramente, me parece una caza de brujas. Es muy triste que incluso un medio LGTB tire la piedra imitando cualquier pseudo medio sensacionalista. Con respecto al Sr. Kevin Spacey hay que dejar muy claro que insinuarse no es acoso ni mucho menos ya que en todos los casos los «traumatizados» han admitido que en el momento en que dijeron NO, el supuesto acoso terminó. Un depredador sexual, Sra Susana, es otra cosa, y a muchos de los que lo hemos sufrido se nos revuelve el estómago cuando leemos este tipo de afirmaciones. Podrás ser lesbiana, todo lo feminista que quieras y su conducta bajo TU punto de vista (y del que así lo estime) podrá ser reprobable, pero haces un flaco favor a la lucha contra los verdaderos depredadores sexuales.
No puedes tener más razón, Esta absurda corriente de criminalizar todo acto (Que puede ser todo lo inmoral que desees), como si se tratase de depravación sexual/acoso, es patética. El acoso, no es lo que algunos de estos hombres alegan (Ni lo que la escritora cree). Acoso sexual es el aprovecharse de una situación de superioridad o ventaja (Puesto de trabajo, relación personal, etc, etc), para el conseguirse favores sexuales a cambio de un beneficio/evitación de un daño en la situación desfavorable.
Odio esta hipersensibilización fundada en emociones, pueden ser tan ciegas como dañinas, el primer caso que salió a la luz, como esta relatado, difícilmente puede ser declarado como acoso. Lo preocupante era la edad de la victima, pero como él mismo dijo, fue en una fiesta donde él era el único menor y donde ambos no se conocían previamente, hay más indicios de que un borracho pensase que fuese un adulto como todos los demás a que estuviese claro que era menor de edad.
Y de estas nuevas acusaciones, la única que si puede detonar criminalización, es la del director, y solo por el manoseo. Aunque depende de los hechos.
No me parece pa tanto.
Pedro, por favor, no recurramos a la descalificación, no me parece necesario.
Dicho esto, estoy de acuerdo en que me parece que estamos confundiendo acusación con condena. Lo normal debería ser que hubiera un proceso justo por el medio, no saltarnos la presunción de inocencia a la torera y demonizar.
No voy ni mucho menos a criticar que el Sr. Rapp o cualquier otro denuncien lo que hayan vivido, pero una acusación tan seria debería ir acompañada de pruebas, no publicadas en Facebook.
Mucho habéis tardado en sacar el tema de Polanski, un recurso fácil donde los haya. Juicios aparte, muchos lo recordamos por películas como Lunas de hiel o El inquilino. Menuda manía tenéis algunos en comparar la obra de alguien y los premios que haya recibido por ella con el comportamiento, más o menos reprobable, que haya tenido. Cansinos.