La sin par y siempre entretenida opereta de la alta política italiana, ahora sumida en escándalos de espionaje, no sólo se desarrolla en las cloacas sino que ayer, por ejemplo, floreció a la altura de los baños del Parlamento. La escena tuvo lugar en el de señoras cuando Elisabetta Gardini, una presentadora de televisión metida a diputada de derechas de Berlusconi se disponía a entrar por la puerta. Según sus propias palabras, quedó «traumatizada» cuando se cruzó con Vladimir Luxuria, el conocido parlamentario transexual elegido por Rifondazione Comunista. Así que, haciendo uso de la fórmula elegida por la derecha para tratarle, llamándole por su apellido real, mucho menos glamouroso, le espetó escandalizada: «¿Entonces, Guadagno, es verdad que usa el baño de las mujeres? ¡Usted es un hombre, no puede entrar aquí!». Y le echó y se fue al servicio de orden.
En realidad, Luxuria lleva seis meses de legislatura usando el baño de señoras y lo sabe todo el mundo, porque fue una de las primeras bromas que tuvo que soportar en abril cuando salió elegido y se convirtió en el primer diputado transexual de Italia. Ante el cachondeo de parte de la derecha sobre qué servicios usaría, dejó claro que iría a los femeninos. La pobre Luxuria, no obstante sus intervenciones inteligentes y su proverbial saber estar, ha tenido que lidiar con los peores instintos de sus rivales. En un mitin en Guidonia, un grupo de neofascistas casi le lincha y le bombardearon con hinojos, vegetal que por alguna razón se usa en italiano para insultar a los homosexuales. Luego, en su primera tertulia televisiva, en plena refriega con Alessandra Mussolini, ésta le soltó una frase que ha pasado a los anales de la democracia: «Mejor fascista que maricón».
Tras el incidente de ayer, Luxuria se declaró conmocionada por «una agresión tan violenta». «Al principio pensaba que lo decía en broma, pero ¿qué debo hacer? Yo voy a los baños del sexo al que siento pertenecer, y además si fuera al de los hombres creo que les intimidaría». El altercado terminó con el servicio de orden dando la razón a Luxuria «porque las decisiones relativas a la identidad sexual pertenecen a la esfera privada y deben ser respetadas». La diputada Gardini luego se arrepintió de haber dado pábulo a un asunto «que da una imagen de tan bajo nivel del Parlamento».
Vladimir Luxuria, seudónimo de Vladimiro Guadagno (Foggia, 24 de junio de 1965) es activista, política, actriz y personaje televisivo italiano.
Luxuria se define como «transgénero», es decir, una persona que no se puede reducir al sexo masculino o femenino. No se identifica con la definición de «transexual» porque no ha cambiado quirúrgicamente de sexo. Prefiere que se utilicen pronombres y adjetivos femeninos para describirla.
Ha sido elegida en las elecciones generales del 2006 como diputada por el distrito de Lazio 1 de Roma.
Biografía: Luxuria llegó a Roma en 1985 para estudiar Lengua y Literatura extranjeras e iniciar su carrera de actor/actriz recurriendo a la ambigüedad sexual. Comienza también entonces su actividad en el movimiento de los derechos gays y asume en 1993 la dirección artística del Circolo di cultura omosessuale Mario Mieli (Círculo de cultura homosexual Mario Mieli). Dos años antes había conseguido su primer papel en una película Cena alle nove (Cena a las nueve) de Paolo Breccia. A ese debut continúan otras ocho películas.
Fue la organizadora de la primera manifestación del orgullo gay en Italia, que se desarrolló en Roma el 2 de julio de 1994 y en la que participaron cerca de 10.000 personas.
Más recientemente, Luxuria ha intensificado su actividad política en defensa de los derechos civiles, colaborando con diversos periódicos y revistas y con la red radiofónica formada por L’Unità, Liberazione y Radio Capital. El público televisivo la ha conocido principalmente a través de sus apariciones en el Maurizio Costanzo Show en el Canale 5 y más tarde en el programa Markette en La7.
En 2006 su candidatura ha sido incluida como independiente en la lista que Rifondazione Comunista (Refundación Comunista) presenta para las elecciones a la Cámara de Diputados. La candidatura ha suscitado perplejidad en los sectores conservadores y católicos de L’Unione (La Unión), en particular en la Unione Democratici per l’Europa (Unión Democrática por Europa) de Clemente Mastella, que lo ha definido como una ridícula Cicciolina.
Vía | Wikipedia | El Correo Digital