Raymond Gravel, un chapero reconvertido en cura gay, ha ganado un escaño en el parlamento canadiense.
Gravel se convirtió en cura después de recibir una paliza trabajando como chapero.
Gravel, que en su momento fue criticado por el Papa por su postura pro-gay, ganó las elecciones en Repentigny donde representa al Bloc Quebecois Party, que lucha por la soberanía de Quebec.
Gravel apoya el aborto, los matrimonios homosexuales y los curas gays.
Este año, Gravel se unió a un grupo de sacerdotes que públicamente criticaron al Vaticano por prohibir el acceso de los gays al sacerdocio. Según él, la Iglesia está contribuyendo a la homofobia con su posición, por lo que no puede quedarse callado al respecto.
Vía | Pinknews
Siempre me han gustado las opiniones de religiosos que no siempre lo fueron. Y más aún si han sido «balas perdidas» como aquí el amigo, porque han vivido el «lado oscuro», o como mínimo la «realidad mundana». Han pisado aquello de lo que otros hablan sin haber pisado, pero que aún así van dictando sentencia.
Sólo habiendo conocido y habiendo vivido la homosexualidad, y no juzgándole desde la barrera o bordeándola con pavor, como hacen algunos (así acaban como acaban muchos, pirados perdidos), se puede saber que en la homosexualidad hay amor y puede llegar a ser tan hermoso, intenso y duradero como cualquier otra historia de amor «tradicional». Y aquel creyente y honesto en sus creencias no puede menos que aceptar y pregonar que donde hay amor, sea donde sea, hay Dios y que por tanto Dios está en una relación homosexual y la bendice, pese a que la tiranía vaticana se empeñe en negar lo innegable.
Mr Gravel no es ni más ni menos que un hombre honesto, que se agarra y predica según le dicta el corazón y la esencia en la que supuestamente se inspira la religión a cuya jerarquía pertenece… aunque a quienes gobiernan esa jerarquía parece no hacerles ninguna gracia esa pertenencia. Bien por Raymond.
Ya era hora que alguien intentara cambiar la religión desde dentro! Haber cuanto dura sin ser excomulgado…