En una entrevista para la revista Pride Source, la cantante norteamericana Gwen Stefani habla sin tapujos de su vida con los gays y de la polémica acerca de su hijo. La cantante de No Doubt entró en contacto con el mundo gay relativamente tarde, allá por el año 2000. Estilistas, peluqueros y maquilladores que han ayudado en la imagen de Gwen. Y claro, la rubia encantada con lo creativos que son los gays que la rodean. Que esto viene a ser el «mi mejor amigo también es gay» de las famosas.
Respecto a su hijo Kingston, a quién Gwen hizo la manicura y que para su cumpleaños llevó un tutu hace un par de años, Gwen no tiene problemas. Sus hijos están acostumbrados a verla peinándose, maquillándose y creando su imagen rodeada de homosexuales. Así que tanto para Kingston como para el resto de sus hijos la homosexualidad es la cosa más natural del mundo.
Con una naturalidad admirable Gwen cuenta que se dio cuenta de que sus hijos tenían las uñas sucias de barro y les propuso jugar al Salón de Belleza. Así que se metieron en el baño y comenzaron jugar. Kingston quería pintar sus uñas rosas y aunque Gwen le avisó que al día siguiente tendría que ir al colegio con las uñas pintadas, al niño le daba igual porque el rosa es un color guay.
Stefani quiere que sus hijos tengan claro lo que quieren hacer y ser. Y que sean consecuentes. Que no les preocupe lo que opinen de ellos. En la edad de sus hijos mayores 8 (Kingston), 6 (Zuma), Apollo aún no ha cumplido un año, todos intentan ser como el resto. Gwen les anima a ser diferentes.
Gwen, y su marido Gavin, son otro claro ejemplo, como Brangelina, de normalidad ante niños que no piensan en el género de la diversión.
Via | PrideSource
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