La aparición del Sheriff Woody Pride, Woody para los amigos, antológico co-protagonista principal (junto a Buzz Lightyear) de la trilogía de la Factoría Pixar ‘Toy Story’ en el penúltimo segmento de la campaña ‘It get’s better’ es mucho más que importante. Su aparición en la campaña, aunque inesperada, no resulta sorprendente en realidad. La gente de Pixar ya nos nubló los ojos con este otro fabuloso testimonio meses atrás, en el que empleados gays de la compañía ubicada en la Bahía de San Francisco se unieron a la oleada de aquellos que se están poniendo al lado de los niños y adolescentes que sufren acoso en las escuelas y fuera de ellas a consecuencia de su identidad sexual. Tal sufrimiento, como sabemos, ha llevado a muchos de ellos a quitarse la vida. Cualquiera que sea responsable directo o indirecto de este acoso es culpable de un crimen, por cierto. No podía dejar de decirlo.
El diseño de Woody corresponde, a propósito, a un tipo de muñeco tradicional. En la era de la electrónica, este cowboy de cuerda, emisor de frases sencillas, construido en polivinilo y pintado a mano, ha permanecido con la familia Davis al menos por dos generaciones, ya que fue hecho en los años cincuenta del siglo XX a raiz de un ficticio serial televisivo de animación con marionetas, ‘Woody’s Roundup’. Un muñeco de viejo estilo. Un cowboy. La elección de Woody para esta campaña por parte de la gente de Pixar, creedme, no es azar.
Pixar se caracteriza por varias cosas. De entre todas ellas, hay dos pilares esenciales. Por un lado, un escrupuloso respeto por el público, lo que les hace ser conscientes de que en el fondo, lo que el espectador quiere ver es una historia bien contada, o sea buen cine. Por otro lado, ese respeto por el público, hace que los creativos de los estudios de animación de Emeryville empleen literalmente años en pulir sus guiones y terminar sus películas. Nada está dejado a la mano de Dios. Ningún detalle fue puesto por poner algo. Woody no nos dice ‘It get’s better’ por poner a alguno de los personajes de la Casa haciéndolo.
El simbolismo del cowboy en Estados Unidos sigue siendo enorme. Especialmente en aquellos estados en los que el espacio rural es tan vasto, que a los vecinos los separan millas de distancia, pero no sólo ahí. ‘Brokeback Mountain’ recibió un varapalo silencioso, recordemos, para apagar el mensaje de que el macho conquistador blanco norteamericano no puede amar a otros hombres y mucho menos a otro cowboy. El cowboy es la esencia icónica de la masculinidad estadounidense. Es por eso que Pixar no eligió a Buzz Lightyear, un chalado juguete espacial, o Wall-E, un simpático pedazo de hierro oxidado recolector de chatarra, o a Carl Fredricksen, el soñador abuelo cascarrabias que creyó poder volar con miles de globos sosteniendo en el cielo su hogar, para apoyar la campaña.
Woody representa los viejos, eternos ideales sobre los que el grueso de una sociedad con conciencia social deseosamente pretendida se sostiene: amor al lugar de origen, incansable persecución de los ideales de conquista de tierras y fortuna, amante del trabajo bien hecho y temeroso creyente de un Dios castrador y todopoderoso. A ello se le añade lo añejo de su diseño y estilización, que le asemeja a un James Stewart o a un imaginado hermano conciliador de John Wayne.
Serán pocos los seguidores de los viejos valores que hayan visto el spot donde el animado juguete anima a los jóvenes a seguir adelante porque pese a las apariencias, esto ‘se pone mejor’, pero no importa, el mensaje no va dirigido a ellos, sino a una nueva generación que cree que el peso de la tradición es la losa que les condena a no ser felices. Los que se creen seguidores de esos viejos valores, pueden no serlo, pero creer (en lo que se quiera), amar el lugar donde se nace, se vive y se crece y conquistar los ideales y los sueños que nos conducen a las puertas de cualquier tipo de satisfacción, son valores absolutamente compatibles con la identidad sexual de los jóvenes cachorros a los que la campaña va dirigida, a los que Woody Pride (qué apellido más oportuno) se dirige. Ese es el mensaje. Dicen que los de Pixar son infalibles. Diría que tampoco han fallado en esto.
You ll be fine partner… una bella y simple oración que que lo dice todo en uno de los mejores proyectos que he visto y jamás pensé ver en vida…. excelente post Dan, muy inspirador tambien.
Yo tengo un muñeco woody en mi casa!
la vdd es que me importaba crack
Qué gran reflexión. Todo lo que se está haciendo en esta iniciativa me parece un acierto. Espero que el mensaje esté llegando!
me encanto el video de it gets better de pixar. lo vi hace una semana o por ahi y pense que era increible!! muy bien hecho, muy bien montado, muy emotivo todo, y lo del final con woody fue la bomba final. muy bueno si señor. pixar siempre me ha gustado, me ha inspirado profesionalidad y calidad desde que empezaron.