Un joven abogado católico acudió al Museo Castagnino en Rosario, Argentina y se sintió terriblemente ofendido al contemplar la obra del artista Mauro Guzmán, en la que el propio autor, haciendo las veces de Jesucristo, besaba a Superman. La lógica católica del abogado le llevó a pedir que se retirara la obra del museo inmediatamente.
«No tengo comunicación oficial del intendente sobre el tema. Pero es imposible pensar en sacar una obra por la queja de un visitante, sobre todo cuando se trata de una pieza de la colección permanente del museo», ha declarado el director del museo, Carlos Herrera.
Por su parte el abogado ha dicho que la obra «es una provocación innecesaria a los principios rectores del catolicismo«. Y que «si se hubiera colgado una estrella de David, hasta el gobernador hubiera salido a hacer declaraciones públicas».
El secretario de Cultura del municipio, Fernando Farina, anticipó que «las críticas serán tenidas en cuenta», pero señaló que «de ningún modo se está pensando en retirar la obra», que fue adquirida el año pasado por el museo, está valorada en unos 2 mil dólares y es parte de su muestra permanente.
«El arte también es provocación, y hasta entiendo que haya gente a la que le moleste la imagen, es una de las tantas reacciones posibles. Pero estamos en defensa de la libertad de expresión de cualquier manifestación. Censurar imágenes de una película sería inadmisible, ¿no? Aquí ocurre lo mismo, pienso que realmente ofenden más algunas imágenes de la televisión, pero no por eso considero que haya que eliminarlas», argumentó el funcionario.
El autor ha confesado que esta polémica le angustia. «La obra fue expuesta en Buenos Aires, Bahía Blanca y Londres y no provocó este tipo de reacciones. Mi trabajo es serio, no busco el efecto ni ofender a nadie: trabajo con el cómic dos íconos de poder», aseguró Guzmán de 31 años.
Vía | AG Magazine
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