Ayer el Castigador nos contaba las perlas que la Reina, y no me refiero a mi, había soltado por esa boquita. Sus desafortunadas declaraciones, y aclaro, desafortunadas por la obligación constitucional de la Casa Real a mantenerse neutral, sus desafortunadas declaraciones, continuo, han levantado más polvareda que una estampida de ñus desorientados. El impacto mediático ha sobrepasado nuestras fronteras para ilustrar portadas de periódicos y webs a lo largo y ancho del mundo.
Ante el maremágnum que se ha liado, la Casa Real ha mandado un comunicado a la prensa donde afirman que las declaraciones vertidas por Pilar Urbano en su libro «no corresponden con exactitud a las opiniones vertidas por SM la Reina» y que «no reflejan la profunda actitud de respeto de SM la Reina hacia todas las personas, su cercanía hacia quienes sufren, son perseguidos o discriminados.»
El comunicado, como era de esperar, ha soliviantado sobremanera a la periodista, miembro del Opus Dei, por cierto, y con un pasado de perlitas homófobas que a su lado las declaraciones de la Reina son pecata minuta, como muy bien contó Vicente Molina Foix en un artículo del país. Una de estas inenarrables perlas, por graciosa de tan absurda era esta: «Dos homosexuales podrán ser un par, por aquello de ser dos, como las alpargatas. Pero nunca serán una pareja .»
Esta vez, su irrefrenable elocuencia homófoba, tampoco ha faltado y como era de esperar, ha dejado las alpargatas desparejadas en el armario y ha preferido recurrir a un símil animal. La señora, airada y no contenta con contradecir el real comunicado, ha aprobado las supuestas y reales opiniones afirmando en declaraciones a 20 Minutos que «un matrimonio natural está compuesto por un hombre y una mujer, y no por un loro y una ardilla, o por otros sujetos.”
Esta declaración deja claras varias cosas, su estupidez, su falta de tacto y que su marido NO es, en ningún caso una ardilla, siendo ella el loro que es. Siguiendo con la fauna ibérica, que la periodista y miembra numeraria de postín domina con desmedida soltura, termino diciendo que Su Majestad «es valiente y no se puede acobardar por un pollo que han montado ahora los gays”. Y es que ahora ni pollas, ni pollos podemos montar.
Lo más sorprendente que ha conseguido la Reina con sus declaraciones ha sido poner de acuerdo a los dos grandes partidos. Y es que el portavoz del Partido Popular ha declarado que la Familia Real debe mantener “el principio de neutralidad”. Desde que decidieran subirse sus propios sueldos, PSOE y PP no se habían puesto de acuerdo. Asi pues, debemos aceptar que la figura de Sofia es un elemento cohesionador del Estado, un super glue 3 político; a pesar de algún balón fuera de los socialistas y de algún popular despistado.
Hay también quien defiende que la señora tenía todo el derecho a opinar lo que le saliera de la… corona, al fin y al cabo su marido es el gay, ella la gayna y nosotros tan sólo una panda de maricones. Y ya se sabe, que de Reina a Reinas, taconazo. Eso si, lo que yo nunca podre perdonarle es la omnipresencia mediática que le ha proporcionado al loro ese del Opus Dei, que la primera vez que la vi creía que era Ana Rosa disfrazada por Halloween, tías.
Por cierto, además de opiniones, la Reina tendrá sentido del humor, ¿no?. Eso espero…
Vía | Dos Manzanas | 20 Minutos
Cojonuda tu entrada, Eg0, y cojonudo el artículo de Molina Foix.
xoxo
Jajajaja…
XD genial post! me he quedado muerta con el artículo de Vicente Molina, osea, que fuerte!
La Sofi y la Pilar van de mosquitas muertas y son un par de golfas, una por hablar cuando nadie le pide que hable, y la otra por lagarta.
Qué fuerte
Las diferentes asociaciones y colectivos gays han aceptado el comunicado de la casa real y asunto cerrado. No me sirve, esta mujer ha metido la pata hasta el cuello, y ahora sus opiniones van a ser usadas para reforzar las de aquellos que piensan igual. El mal ya está hecho.
Ayer pensaba en la de años que le ha costado hacerse con un prestigio, paso a paso, destacándose su discreción. Con unas declaraciones lo ha destrozado todo, de un golpe. La han cagado, y esto es lo que hace que muchos monárquicos que creíamos necesaria la labor de alta diplomacia de la casa real, ahora nos replanteemos si no estábamos equivocados…
¡Me ha encantado el post!
Un besote