El jugador de fútbol americano Michael Sam ocupará el mes de agosto la portada de la revista Out. Así se convierte en el primer jugador de la NFL abiertamente gay en ser portada de esta revista de temática gay.
Y es que Michael viene rodeado de la polémica de si el reality de su vida ideado por Oprah Winfrey saldrá adelante o no, de que sea tan famoso antes de haber jugado un solo minuto, de su mítico beso televisado, críticas por parte de su propio padre y alabanzas por parte de los Obama.
De toda la entrevista una de las cosas que más me ha llamado la atención de Michael es lo a la defensiva que está (con razón). Y es que mientras Sam piensa que el entrevistar es hetero responde casi con monosílabos. Pero en el momento que Christopher Glazek le habla de su propio novio y confirmar que él también es gay la actitud de Sam cambia. Incluso le enseña fotos de Vito Cammisano, su novio, en el móvil.
Cuenta lo cansado que está de reporteros en busca del morbo y de buitres que buscan sólo un titular escándalo. El resto de la entrevista cuanta como conoció a su novio y de cómo tuvo la fuerza para salir del armario ante sus compañeros de equipo de la Universidad de Missouri.
Desde luego la entrevista merece la pena ser leída (en inglés, eso sí) porque habla bastante de todo lo que está rodeando a Michael estos meses, desde su salida del armario.
Out | Entrevista a Michael Sam
En Ambiente G | Michael Sam convierte su salida del armario en una mina de oro
Se ve muy sexy, proyecta una imagen muy masculina, de esas que hacen tanta falta dentro de tanta pluma y tanto gusto que experimentan ciertos gays por tratarse como «ellas», «amigas», «perras» y demás. Es decir, cualquier cosa, menos tratarse como hombres. Celebro que todavía queden hombres gays.
A mi también me parece estupendo que publicite una imagen masculina alejada de estereotipos, pero tu comentario me parece una soplapollez ignorante y homófoba. No sé cómo puedes defender aún la imagen del «hombre de verdad» como el macho rudo de pelo en pelo sin un ápice de pluma. Porque claro, la pluma es vergonzosa. Como si tenerla o hablar con tus amigos como te dé la gana te convirtiera en un «no-hombre» o en un gay de segunda categoría. Se nota que hay mucho que avanzar incluso dentro del colectivo.
Di que sí, reina!!!
¿De qué colectivo hablás, reinaza, si estamos hablando de gente que es diferente en todo, excepto por lo que puedan hacer en la cama?
Según tu reflexión de neanderthal tengo que ser una reinaza por defender a los homosexuales que tienen pluma. Y llamándose así de forma despectiva solo me das la razón. Y estoy hablando del colectivo homosexual, que por si no te has dado cuenta, es al que va dirigido este blog.
Vos defendés el derecho a la diferencia pero tengo que pensar y decir lo que vos decís para no ser un neanderthal y ser progre, como se supone que sos. Tal vez vos harás parte de un colectivo, el de las gatas (me imagino). Yo soy simplemente un hombre al que le gustan los hombres, nada más. Ahora, vos podés solicitarle a todo tu entorno que te llamen, desde ahora, CONCHITA. Estoy seguro que todos dirán que es el nombre que mejor te viene.