Nos despertamos con una triste noticia, el escritor, activista LGBT y drag queen Enrique Hinojosa Vázquez, conocido por todos como Shangay Lily ha muerto la pasada noche del lunes 11 de abril en Madrid, con sólo 53 años debido a diversas complicaciones producidas en una larga enfermedad.
Shangay Lily fue unas pioneras Drag Queen en España, que además desarrolló su faceta artística y creativa mucho más allá, creando la fiesta Shanghai Tea Dance y la revista LGBT «Shangay Express«. De sobra es conocida su labor como escritor, publicando varias novelas, obras de teatro, monólogos y ensayos, de hecho próximamente saldrá a la luz su ensayo «Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la marca gay)». Divertida, culta e irónica como pocas, alcanzó la popularidad con el gran público participando en TV, en programas míticos de la noche como «Esta noche cruzamos el Mississippi» o «Esta noche, sexo», así como en diversos programas del corazón, ofreciendo consejos de estilo. Debutó en el cine con la película «Boca a Boca» de la mano de Javier Bardem y Aitana Sánchez-Gijón e incluso se atrevió a dirigir «Santa Miguel de Molina«.
Nuestro más sentido pésame a familia y amigos.
Será recordado por difamar contra unos chavales que fueron acusados de falsa violación. No necesitamos más feministas en este país.
Cuanto odio debe haber en ti «by hasta otro ratito» para que le critiques hasta el día de su muerte. Shangay Lily defendió sus derechos como persona libre y eso es por lo que será recordado. Si conocieras el significado de feminismo, podrías hablar de ello con propiedad: lo contrario del machismo no es el feminismo, sino el hembrismo en todo caso (y el feminismo es un movimiento social por la IGUALDAD de las mujeres). Shangay Lily, allá donde estés, gracias por tu trabajo y tus esfuerzos por hacer visible el derecho que todo el mundo debería tener por el simple hecho de existir: la libertad de decidir a quien amar, sin represión, ni complejos.
Entonces este muerto era hembrista según tu razonamiento XD Que muera un discriminador debe ser motivo de alegría.
En el sucio y aberrante infierno de los antinaturales