• Ir al contenido principal
  • Ir al pie de página

Ambiente G

Noticias y Actualidad LGBTI+. Blog Gay, Lésbico, Bisexual, Transexual y más.

  • Acerca de Ambiente G
  • Publicidad
  • Staff
  • Contacto
Usted está aquí: Inicio / Curiosidades / Celebrando «Mi» Celebración

Celebrando «Mi» Celebración

27/06/2007 por Dan

cuidando

Os prometí hablaros del desarrollo del «Junio Gay» en San Francisco, algunos posts atrás. De hecho tenía previsto asistir a algunas de las celebraciones más importantes del Fin de Semana del Orgullo, pero las mismas razones que me mantuvieron apartado del Blog por unos días, me impidieron asistir a la Fiesta. Razones que sin embargo han servido de enseñanza en muchos frentes privados.

Un viejo amigo (bueno, tampoco tan viejo, caray), de los muchos norteamericanos que se trasladaron en su día a California desde el Medio Oeste del país, Kansas concretamente en este caso, para superar unas fronteras sociales y de comportamiento que siempre San Francisco quebró, en claro contraste con el resto de los Estados Unidos, decidió rendirse a la sagrada coquetería y someterse a una operación de cirugía plástica, para quitarse unos pocos años de encima.

kalcetin.es

Mi amigo, seropositivo, me pidió que ejerciese de «enfermero jefe» en su casa por unos días. Acepté encantado. Nunca olvidaré la experiencia.

Mi amigo pertenece a esa generación de gays «sanfranciscanos» para los que el sexo era uno de los puntos cardinales de su vida. Donde oliese a sexo, allí se apuntaba. No fue una excepción. En San Francisco, esa era la norma. Pero fue también esa generación, a la que pilló de lleno como un corte brutal e inesperado de afiladísima guadaña, la aparición del SIDA. Era una generación que no se protegía porque no habían mayores motivos para protegerse. Nadie moría por follar sin ponerse goma. Sí, sí, de acuerdo, la gonorrea, la sífilis, la hepatitis… siempre estuvieron allí, pero ¿alguien pensaba en el contagio? Y si había contagio… bueno, ¿acaso no había una cura?

De repente, viniendo de nadie supo dónde entonces, una de las formas de horror más puro que hemos conocido los gays en toda la historia se puso de manifiesto. Sus amigos y amigos de sus amigos, empezaron a enfermar y a morir como moscas, víctimas de una extraña enfermedad, a la que se denominó entonces, antes de conocer qué demonios los estaba exterminando, el cáncer gay.

Hace un tiempo, mi amigo me enseñó una foto que hizo que me recorriese un escalofrío. En ella estaban él con todos sus compañeros del departamento en donde trabajó durante más de 30 años. Casi todos gays. Me dijo: «De todos estos, sólo dos seguimos con vida. A los demás los mató el SIDA.» En un segundo pude imaginar lo terrorífico que tuvo que ser vivir a cara a cara frente a esa muerte sin rostro. Reconozco que me costó asimilarlo.

Mi amigo logró librarse de una sentencia a muerte casi segura, respondiendo extraordinariamente al tratamiento con retrovirales, hasta el punto que es imposible detectar el menor síntoma aparente de debilidad física de ninguna clase en él.

Antes de someterse a la operación, ambos fuimos al hospital. El Doctor debía explicarle a él algunos últimos detalles sobre la intervención, y a mí el modo de hacer las curas. Antes de comenzar con el listado de cosas a tener en cuenta, se dirigió a mí y me preguntó: ¿Eres seropositivo? Por fortuna, no lo soy, así que me advirtió sobre una medida básica pero fundamental: «A la hora de limpiar las heridas y de curar las cicatrices, invariablemente, cada una de las veces, usa guantes de silicona.»

El miedo es el enemigo más fuerte del hombre. Lo creo con firmeza. Y pese a saber que corría riesgos, perfectamente evitables en todo caso, desde dos días después, tomé cuidado de él como un padre debe tomarlo de su bebé. Porque un adulto, ciego en este caso debido a la extrema hinchazón de su cara necesita una atención constante las 24 horas del día que incluyeron: darle de comer, ayudarle a ducharse y a orinar, hacerle las curas con cuidado de no tocar con mi piel ni un punto de su piel potencialmente infecciosa, usando guantes de látex para ir cerrando sus heridas, ir limpiándole de capas de sangre seca, o ir suministrándole cada una de la casi decena de pastillas, entre calmantes y antivirales a diferentes horas del día y la noche.

Hoy está prácticamente recuperado (la post cirugía plástica exige un plazo no muy extenso, generalmente). Ya puede hacer vida normal por sí solo, y me sigue dando las gracias como hizo cada día, varias veces, desde que empecé a «protegerlo» con mimo y paciencia.

De esta experiencia he sacado bastantes enseñanzas, pero podría resumirlas casi en dos: Que al SIDA no hay que temerle jamás si se toman las precauciones mínimas debidas. Repito: mínimas. Y segundo, que no hay Celebración, por mucho Orgullo Gay que pueda haber de por medio, más grande que el de la alegría de saber que con poco, has contribuido a hacer a alguien muy feliz… esto en realidad lo sabía ya de antes, pero quería compartirlo con vosotros. Como véis, yo también tuve motivos para «Celebrar con Orgullo.»

Archivado en:Curiosidades, Historia, SIDA / ETS, Vida sana Etiquetado con:California, contagio, enfermedad, Estados Unidos, gay, Orgullo Gay, piel, San Francisco, sangre, sexo, Tratamiento

Interacciones con los lectores

Comentarios

  1. sonia dice

    27/06/2007 en 06:22

    Si se piensa la verdad es que es para tener pánico, pero si se es coherente como has sido tú y se utiliza la debida protección no tiene porque pasar nada. Además la proteccion es reciproca porque si no utilizas los guantes tu tambiem podrias haberle provocado una infección si no tienes las manos bien limpias. (ojo, no te estoy llamando guarro 😉 ).
    Tiene mucho mérito por tu parte, yo para enfermera no sirvo, me pongo de los nervios solo de pensar que se le salte un punto.
    No hay nada más bonito que ayudar a alguien y saber que cuentas con alguien. ¡¡Feliz dia del orgullo!!

  2. dan dice

    27/06/2007 en 07:19

    Se que no es facil decir que si a un enfermo de SIDA con heridas sangrantes. De echo, ninguno de sus amigos, de esos de 20 o 30 anos atras, se ofrecieron para hacer lo que a mi al final no me ha supuesto mas que unos pocos dias de «apartar» todo lo demas.

    No solo me ayudo mucho el saber que las cosas se hacian de un modo determinado y asi salian bien, sino que te aseguro que siempre he tenido una tremenda sangre fria. Y eso ayuda mucho, mucho, mucho…

    Bueno peke, que es hora de que me vaya a acostar. Dale los buenos dias a Espana 🙂

  3. athomo dice

    27/06/2007 en 16:54

    ¡Joder!
    Enhorabuena Dan por tener la valentía y frialdad necesaria. Se ve que eres un tio de puta madre.

    Sinceramente, hubiera hecho lo mismo, y más si ese alguien es un amigo. Y, si no ¿para qué están los amigos?

    Un beso

  4. dan dice

    27/06/2007 en 19:16

    Bravo por ti tambien!, Athomo, pero ya sabes que hay gente tan poco honesta, que a la hora de ser necesarios, miran silbando para otro lado… La gente se caga de miedo, de miedo al compromiso mas bien, a las primeras de cambio.

    Por supuesto que tambien hay gente genial. Muchos ademas, por fortuna 🙂

Footer

BUSCAR EN AMBIENTE G

RECIBE LAS NOTICIAS EN TU CORREO


AMBIENTE G EN LAS REDES

  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • RSS
  • Twitter
  • YouTube
  • Inicio
  • Acerca de Ambiente G
  • Publicidad
  • Contacto
  • Aviso legal
  • Privacidad y Cookies

Copyright © 2023 · Genesis Sample en Genesis Framework · WordPress · Iniciar sesión

Esta web utiliza cookies para dar un mejor servicio a los usuarios y para fines estadísticos.Aceptar Más información
Políticas de Privacidad y Cookies
Necesarias
Siempre activado