Hace unos días Dan nos explicaba los problemas que padecen sus amigos seropositivos después de años de medicación; ahora es el NY Times el que ha expuesto la cruda realidad de estos pacientes.
El Sida se ha convertido en una enfermedad crónica, los que desarrollan la enfermedad ya no mueren irremediablemente, pero se está constatando que después de unos años de ingerir el cóctel de medicamentos necesario para mantener la enfermedad a raya, los efectos en la salud del paciente son devastadores.
A medida que los supervivientes del Sida llegan a los 50 años, se puede observar como estos desarrollan ciertas enfermedades con más frecuencia que las personas sanas, entre las que se encuentran: lipodistrofia, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes, osteoporosis y depresión.
En el artículo al que nos hemos referido, hay algunos ejemplos escalofriantes.
John, con 59 años sufre de: una enfermedad obstructiva crónica de los pulmones, diabetes, fallo hepático, una úlcera sangrante, depresión, cáncer de colon y una cadera rota –por la osteoporosis-. Sus problemas de salud son muchísimo más graves que los de su padre que tiene 84 años.
Dominga Montanez tampoco ha tenido suerte, tiene problemas de hígado, una diabetes descontrolada y se le rompió la médula espinal por culpa de la osteoporosis así que va en silla de ruedas.
No sólo se debe utilizar condón por miedo al Sida, sino también para evitar una vejez prematura llena de limitaciones por sucesivas enfermedades.
Gracias a los dos, espero que esto sirva para concienciar del uso del condon.