La presión política que el Vaticano está ejerciendo en Italia contra el Gobierno de centroizquierda (así se hacen llamar…) y sus planes de aprobar una legislación de uniones civiles que reconozca a las parejas del mismo sexo, está subiendo de temperatura. El otro día, el Papa Ratzinger decía que esa ley era «subversiva» y hacía un llamamiento a los políticos católicos para derrotar esa iniciativa.
Bueno, pues resulta que un grupo de notables católicos italianos se ha decidido a parar los pies a la homofobia vaticana. Oscar Luigi Scalfaro, ex Presidente de la República, católico de misa diaria y que asegura mantener discusiones con la Virgen María, ha declarado que esta intromisión del Vaticano en política «destruye la dignidad y la libertad de los legisladores católicos«.
En una Carta remitida al Papa, le recuerdan que en virtud del Concordato, a cambio del reconocimiento italiano al Vaticano como Estado Independiente, este se compromete a no entrometerse en las cuestiones políticas italianas.
Bueno intento, pero qué queréis que os diga: me parece baldío…
Vía | Reuters